Y sí, lamentablemente nos tocó volver a cruzarnos con La Previa, uno de los únicos cuatro equipo invictos del torneo. Y bueno, si bien no ganamos, ni estuvimos cerca de hacerlo, realmente les planteamos un mejor partido y demostramos que el equipo va creciendo partido a partido y que no es el mismo que arrancó a jugar el torneo de verano.
Por lo pronto, al menos tardaron más en meter el primero. Contrario al último encuentro, donde abrieron el marcador sin que tocáramos la pelota, esta vez les costó mucho, muchísimo más. No fue hasta pasada la mitad del primer acto que lograron quebrar el arco defendido, esta vez, por Francisco Muschietti, que nada pudo hacer frente al fenomenal bombazo que sacó el puntero izquierdo y que se clavó sin escalas en el ángulo opuesto a su banda. Sí, al menos para meternos un gol esta vez tuvieron que meter un zapatazo (otra muestra de que sirve patear de afuera) y no pudieron lograrlo frente al juego asociado que mostraron la vez anterior. El segundo, no por casualidad, tampoco llegó a través de una jugada colectiva, sino que llegó mediante una pelota parada: córner, remate dentro del área de un rival, rápida reacción del 1 que, si bien evita el gol, no pudo evitar a la física y dio un rebote que cazaría otro jugador de blanco, sentenciando así el 2.0 definitivo de la primera etapa. Nuestro, poco y nada. La clave para lastimar claramente estaba en las bandas y ni Juan Pardo ni Andrés Adúriz pudieron aprovecharlo, siendo reemplazados en el entreacto por Santi Bravo y Seba Nuncavoyasabertuapellido, el amigo de Santi Núñez.
El telón de segundo acto se levantó y la obra no cambió: La Previa seguía siendo el dominador pero sin llegadas nítidas. Pesto empezaba a intentar pero sin ideas ni éxito, y rara vez pudo rematar al arco contrario desde una posición clara. Finalmente, el complemento siguió el curso lógico y decantó en el mismo resultado que la primera parte: 2.0 para La Previa, los siguientes dos esta vez sí mediante jugadas colectivas, y una ayudita de Fran Muschietti en el tercero, que enmendó el error tapando un tremendo mano a mano en los minutos siguientes, y que no tuvo absolutamente nada para hacer en el cuarto gol (ni en los del primer tiempo, claro está). Finalmente sólo quedó tiempo para un entredicho entre Juan, que había retornado a la cancha como central, y un adversario que reaccionó de manera exagerada a un insulto, aunque por suerte no pasó a mayores.
En conclusión, con un equipo diezmado (ausentes Lucas Soule, Juanchi Manes, Federico Della Porta y Seba García) y podríamos decir con un poco de mala fortuna también (especialmente en el último gol, donde el delantero recibe un rebote a tan sólo un metro de la línea), logramos acortar la distancia por 5 goles entre este resultado y el anterior frente a un rival que, por ahora, se erige como uno de los cuatro equipos que ganaron todos los partidos del certamen hasta el momento. Para destacar la tarea y entrega de Pato Re durante los 50' y la labor de Jony Saint Martin tomando al enganche rival, que participó poco y nada del juego.