Con la despedida de Lucas Soule del arco, Pesto F.C. se disponía a enfrentar a Duendes con la esperanza de mantener viva la ilusión de clasificar a los octavos de final del Torneo Apertura Pressing 2011. Dada la eventualidad del adiós, que personalmente confío en que sea momentáneo, Juanchi Manes decidió cederle los tres palos durante los 50'.
Como suele ocurrir, Pesto arrancó concentrado, agarrando las marcas y atacando con orden, pero todo esto no le procuró nada más que poco peligro en el área propia, sin lograr tener mucho peso en la contraria. En definitiva, el primer tiempo tuvo pocas llegadas y el trámite, en líneas generales, favoreció al verdinegro, que simplemente careció de movilidad y creatividad a la hora de atacar.
En el complemento, promediando los cinco minutos, parecía que el equipo que estaba en la cancha era uno totalmente distinto al que había jugado la primera etapa. Paulatinamente, Pesto comenzó a desanimarse y le permitió agrandarse a un rival que no tenía nada más que una figura, pero con la cual hizo lo suficiente para llevarse los tres puntos. Llegando a la mitad del segundo tiempo, luego de que Santi Núñez se retire de la cancha enardecido con el árbitro (ligó una amarilla nomás), el enganche contrario agarró la pelota en mitad de cancha y metió una diagonal que llegó hasta el área de Lucas Soule, que nada pudo hacer cuando este se dispuso a definir cruzado, como exigía la jugada. Realmente parecía que Pesto no tenía ninguna chance de reaccionar y, sin embargo, Seba García robó una pelota en el campo contrario, eludió a su marcador y de la galera sacó el empate definiendo de manera impecable al primer palo.
Lamentablemente, minutos más tarde, Duendes siguió aprovechando la ventaja anímica que tenía sobre el verdinegro y llegó a convertir el segundo tanto, mediante una jugada colectiva, e incluso un tercero, a través de un cabezazo de pique al suelo en un córner. Sin más, se nos escapó un partido ante un rival que claramente no era más que nosotros, pero que supo aprovechar a su figura en el momento justo en el que el partido la demandaba. Ahora quedan tres finales, contra rivales, a priori, más accesibles. Si ganamos dos, deberíamos alcanzar el objetivo de los octavos. Es sólo una cuestión de actitud.
1 comentario:
por eso no me digas adios, solo decime hasta siempre
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