jueves, 31 de diciembre de 2009

Un Buen Año

Se termina un 2009 que en un balance general se podría decir que nos dejó un balance más bien malo, o al menos en lo que a resultados respecta. Sin embargo, se formó un grupo sólido, humilde (porque no podemos no serlo) y que todavía tiene nafta y ganas para revertir la imagen.

El primer torneo fue una prueba. Primera vez que nos anotabamos, éramos bastantes (más allá de que algunas lesiones marginaron a algunos miembros de equipo) y se sufrieron derrotas que se podrían clasificar como "apabullantes", "catastróficas", "humillantes" y mejor no sigo. Siguen abiertas las herdias de aquel 3-12, del 1-11 y del 0-9 que nos tocaron vivir y de los que lamentablemente no pudimos cobrar venganza. Sin embargo, una de las pocas victorias que cosechamos en este torneo nos dimos el lujo de repetirla en el siguiente, como fue el caso de Bichos (Nacieron hijos nuestros, hijos nuestros morirán). No mucho más que decir de esta primera aventura de la cual a nivel personal, yo me perdí la mitad por aquella contractura que todavía sigue acechando mi espalda y si no me equivoco Juanchi tampoco la disfruto plenamente.

El segundo torneo ya fue distinto. Ya teníamos la experiencia del pasado, teníamos las ganas de revancha, conocíamos mejor a los rivales, el grupo estaba mejor aramado y se había hecho una depuración necesaria en el plantel. Los primeros partidos arrancamos sin el capitán Manes en el equipo, que se encontraba, por decirlo con propiedad, pajeándose en Europa mienrtas veía a perros saltando aros (así fue también que no tuvimos camisetas como estaba previsto). De todas maneras el equipo hizo lo posible por salir adelante, y remontó momentáneamente un 0-4 contra Vilas (que había salido cuarto en el torneo anterior) y terminó perdiendo por poco un partido que a priori parecía goleada.

Pero eso cambió. En esta segunda mitad, no hubo más goleadas, no hubo ningún resultado ni apabullante, ni humillante, ni catastrófico. Este Pesto fue distinto, tenía otra actitud, otra visión, otro juego, otro ánimo. Y así fue que a pesar de la racha de resultados adversos que nos asotó durante todo el torneo, no bajamos los brazos y seguimos yendo sábado tras sábado con las misma ganas, como si estuviésemos peleando la punta. Incluso logramos juntar un puñado de hinchas que se hicieron presentes en distintos momentos y siempre por separado, pero la actitud estuvo. (Mención especial para Soledad Llana y Felicitas Keclach, las seguidoras más fieles).

Pero el torneo terminó, y como (lamentablemente) era de esperarse, no clasificamos a cuartos y la tabla no nos dejó la imagen que por ahí merecimos. Pero no importa, porque se formó un grupo unido y todavía queremos revancha. Quizás no la tengamos en Freire, y de nos ser así va a ser en cancha grande, en un proyecto nuevo pero con la misma base de estos leones que dejaron todo por la camiseta.

Así muchachos, me despido, los saludo y les deseo un feliz 2010, que esperemos que sea mejor que este 2009. Pero no va a ser tan fácil, porque este 2009, fue un buen año.


P.D.: Hubiese estado joya si Juan me tiraba la foto de fin de año, pero se durmió (yo también un poco en parte).

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