Nuevamente a Pesto le tocó un rival inferior y esta vez no supo plasmar la diferencia de calidad en el marcador. Pero lo más irritante, quizás, es que el partido se jugó bien y se perdió pura y exclusivamente por errores nuestros.
El primer tiempo estuvo plagado de situaciones para el verdinegro, que no contaba con fineza a la hora de definir y se encontraba repetidamente con el arquero rival. Adúriz se perdió un gol claro entrando en diagonal tras una gran jugada colectiva y Fede della Porta lo tuvo en tres ocasiones en una misma jugada, en la que primero intervino el palo y luego el uno rival x 2, lo cual dejó resignado al defensor que finalmente dejó salir la pelota por línea de fondo. De esas, hubo hasta el hartazgo, hasta que llegó el error de Avellaneda F.C. en la salida y el oportunismo de Santi Nuñez, que había pasado al sector ofensivo tras pasar los primeros minutos en la defensa, para poner el 1-0 a favor de Pesto. Sobre el final de los primeros 20', llegaría el empate en una de las únicas aproximaciones del rival para sacarnos la tranquilidad del entretiempo.
Poco tiempo después de comenzada la segunda parte, volvió a aparecer el goleador del torneo pasado, Sant Nuñez, para poner al equipo nuevamente arriba en el marcador. Con el partido controlado y aún despediciando oportunidades en la ofensiva, sólo el error propio podía abrirle el camino a Avellaneda F.C., y eso fue lo que pasó. Primero fue el turno de Lucas Soule de pederla en la salida, cuando el rival le punteó la pelota entre las manos para poner el 2-2. Ante el gol, el rival creció y en una acometida anotó también el tercer tanto del partido. Y luego, sería el turno de Adúriz para hacer el mea culpa, en otra pelota perdida en la salida que terminó en el fondo de la red. Tarde, Pesto logró quebrar la resistencia del arquero en dos oportunidades (nuevamente tras una enorme cantidad de intentos fallidos)y puso las cosas 4-4. Y a falta de 5' llegarían las dos jugadas que definieron el desenlace del partido: el remate de Adúriz que se estrelló en la parte interna del poste derecho del arquero y, casi en la réplica, Avellaneda, inmerecidamente, sentenciaría el partido a su favor, estampando el 5-4 final.
Y así, en un partido más que ganable y en el que se jugo de una manera realmente superior a la del rival, Pesto pagó caro los errores que, a esta altura, ya no debería cometer. Este recién es el segundo partido, pero esta vez no hay tanto tiempo de revancha, ya que sólo restan 7 encuentros previos a la fase final. Basta, dejémonos de cometer estos errores infantiles, que más de una vez dijimos que íbamos a dejar de hacer. Hechemos en la cancha la experiencia que estos tres torneos anteriores nos brindaron y demostremos que estamos para más.
martes, 24 de agosto de 2010
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