domingo, 13 de febrero de 2011

2010

Finalmente, nos emancipamos de Hernán y el torneo de la jaula (tengo mis dudas de si el diseño de esa cancha no se basó en la propaganda de Nike), ampliamos la cancha, el plantel y renovamos el cuerpo técnico; pero antes de meternos de lleno en el 2011 quizás sería mejor hacer un análisis del 2010.

Creo que la mejor palabra para definir este año es "Evolución". No sólo futbolísticamente, si no, más bien, de carácter.

Empezamos mal, como era costumbre.Los primeros dos partidos los perdimos y merecidamente, ambos. Después llegó la primera prueba de carácter: jugar contra uno de los candidatos sin técnico y con el equipo golpeado (anímicamente, claro esta). La superamos, con creces, ganando un partidazo sobre la hora, y de ahí en más nos hicimos un equipo; o así lo veo yo. A partir de ahí, encadenamos cinco victorias al hilo, hasta que nos agarró un equipo ampliamente superior a nivel futbolístico; pero nos levantamos y, por primera vez, pasamos la fase de grupos. Y he aquí uno de los momentos que más lamento de mi vida: haberme perdido el partido que la mayoría marcan como el mejor del equipo, los octavos de final contra 840 y su apasionante definición por penales. Sin embargo, en nuestra siguiente prueba, que no estaría mal llamar "de fuego", fallamos; y feo. Todo lo que hicimos bien a lo largo del torneo, lo hicimos mal en el partido de cuartos de final, justamente contra nuestro categórico rival Bichos. Garrón; borrón y cuenta nueva.

Todavía golpeados, con ganas pero sin el mismo ánimo que el primer semestre, nos embarcamos de nuevo en el torneo de Hernán en busca de revancha, y de alguna manera la encontramos. Arrancamos demostrando la chapa de la experiencia: con dos jugadores claves ausentes (Santi Núñez y Jony) vapuleamos a un rival (inferior, vale aclarar) por seis tantos contra cero y nos permitimos volvernos a ilusionar con un buen torneo. Mas en la fecha siguiente dimos un paso atrás y perdimos uno de esos partidos que pensamos que habían quedado atrás: las derrotas por errores propios. Para levantarnos de ese golpe hizo falta un receso, y qué mejor que el viaje de egresados. Para la vuelta, con los ánimos renovados, volvimos: festival de goles en el 7-1 y cátedra de fútbol ante un contrincante que en otro momento nos hubiese costado más. Ahí, contra Dogos, renacimos. Si bien perdimos puntos en el camino, logramos la clasificación, y, más importante aún, nos vengamos de nuestros verdugos con un contundente 4-2 y logramos cerrar el historial a nuestro favor. Nuevamente, ganamos el primer partido de eliminación directa, este bastante menos sufrido que el anterior y siendo realmente superiores al rival de turno; pero otra vez nos tocó cruzarnos con un finalista. Galácticos nos pasó por arriba, aprovechó su jugador distinto (nos clavó cuatro goles) y nos dejó nuevamente en la puerta de la gloria.

Pero la verdadera evolución aparece cuando vemos el balance del año anterior, dónde lo único que nos había quedado era la esperanza de un 2010 mejor, teniendo poco para rescatar más que actitud del 2009. Y ahora mirando en restropectiva me alegro de que la esperanza haya llegado a buen puerto, porque cuando me acuerdo del Pesto de antaño me doy cuenta de que era un equipo totalmente distinto, y que nos trajo considerablemente menos satisfacciones. Y por suerte, aquella actitud que mencioné un par de líneas más arriba no sólo que no se perdió, si no que se fortaleció y es la que ahora nos hace el equipo que somos, junto con aquellos fieles seguidores que se interesaron por el equipo y nos dieron su apoyo siempre que pudieron.


Brindo por todos ellos, por todos nosotros, y por otro buen año que nos permita seguir creciendo y convertirnos en el equipo que en unos años vamos a ser. Salud Pesto, esperemos que el 2011 este plagado de buenos momentos.

1 comentario:

juan dijo...

Siempre estuvimo´ en las malas, las buenas ya van a venir... a vos te hace grande tu gente; Bichos no existís.

Felíz 2011 Pesto