Fin de la pretemporada

Sólo con la baja de Sebastián García y con un colombiano que cayó con sombrero en su reemplazo, Pesto encaró su último amistoso de cara al Torneo Cablevisión 2012. Quedaron cosas para rescatar y corregir como siempre, pero ya la que viene va a ser por los puntos.

De arranque, el fondo tuvo muchos problemas con la salida, pero, insitado por el entrenador, siguió tratando de salir jugando por abajo limpiamente. A los 10 minutos, antes de que el verdinegro pueda conectar ninguna jugada colectiva, llegó el gol del rival (que cabe destacar que tenía nuestra misma edad, salvo el 6 que era un vikingo). Una jugada medio embarrada y uno de los dos picantes delanteros de blanco terminó por fusilar a Juanchi Manes a poco más de dos metros de distancia. Esta vez, a Pesto le costó reaccionar y armar jugadas colectivas, hasta que llegó el punto de inflexión del partido: jugada individual de Nico Martínez que termina en gol y el árbitro que, inexplicablemente (el línea no estaba nada de acuerdo con su decisión), opta por anular el gol y de ahí en más inclinar la balanza hacia los de blanco. Sin embargo, quizás menos de cinco minutos después del polémico fallo, Nico Martínez, iracundo, se tomó revancha y le rompió la red al arquero de turno, decretando de esa manera el empate. Parecía que el telón del entreacto se bajaba en tablas, pero en la última jugada el referí (esta vez bien) sancionó penal por mano de Pato Re en el área. Con toda la presión encima, el delantero rival cruzó su remate y la desvió por al lado del poste derecho de Juanchi Manes. Un poco de suerte y al descanso.

El segundo tiempo nos encontró casi igual que al final del primero, con pocas ideas y con llegadas esporádicas del rival. Sin embargo, promediando los 20 minutos, llegó el punto de inflexión del partido: roja polémica a Pato Re y el encuentro pasó a jugarse 10 contra 12, porque el juez decididamente comenzó a cobrar todo en contra del verdinegro, inexplicablemente, a partir de ese momento. Con un corazón agigantado, Pesto aguantó los embates, sacó una pelota en la línea y se salvó de una que pegó en el travesaño y picó por centímetros afuera, pero más allá de eso y de que el juego no mejoró, lógicamente, con un hombre menos, el equipo demostró la actitud necesaria para lograr dividir puntos (virtuales) en un partido en el que tuvo todas en contra. Quedará la deuda en cuanto al juego colectivo, pero suma vale para el moral. Como dijo el D.T. una vez terminado el encuentro: "En el campeonato este punto valía oro".