De arranque, con un Santi Núñez como último hombre en la defensa y Nico Martínez como el más adelantado del ataque, Pesto tomó la iniciativa, movió la pelota y de a poco empezó a generar peligro. De hecho, a los pocos minutos, el mencionado delantero pondría el 1-0 tras empujar de atropellada la pelota hacia el arco, tras un pase atrás hacia el corazón del área de Adúriz. Pero, como ocurriría durante todo el partido, el rival respondió; rápido. Zapatazo inapelable de media distancia del delantero rival, ángulo y empate.
Sin embargo, Pesto siguió yendo para adelante y se encontró nuevamente en ventaja, tras una doble mano en el área (la segunda totalmente innecesaria) y el famoso cambio de penal por gol en el pie derecho de Jony Saint Martin, quien en la jugada siguiente robaría una pelota en la salida que podría haber sido el 3-1, pero el arquero tapó de manera notable. Mas, como dije hace un par de líneas, el rival nos acostumbró a responder, y tan sólo unos minutos después, mediante otro buen remate (este de más cerca) alcanzó nuevamente las tablas.
Así, otra vez con el resultado como al principio, Pesto siguió buscando el arco contrario y volvió a convertir, esta vez mediante Seba García: pelota picada por encima de los defensores de Jony Saint Martin para Adúriz, este de cabeza al segundo palo y el mencionado volante/delantero entraría a la carrera para empujar la pelota a la red. 3-2 arriba, y así terminarían las cosas al descanso.
El complemento arrancó con menos emoción que los primeros 20 minutos. Pesto seguía siendo el dueño de la pelota pero no lograba profundizar con frecuencia, hasta que llegó, una vez más, el empate: otro zapatazo desde lejos y un nuevo gol ponía las cosas en tablas. Corrían los minutos y el equipo empezaba a lamentarse las oportunidades dilapidadas acorde la lluvia empezaba a caer, el 3-3 no era justo. Eventualmente, unos minutos más tarde, después de que Adúriz desperdicie un gol casi hecho, Nico Martínez volvería a aparecer para poner el 4-3 tras una serie de rebotes en el área. Y esta vez, antes del empate, llegó la ampliación: tiro libre a pocos metros del arco, desatención en el fondo rival, y el número 7 definió cruzado al segundo palo luego de parar muy mal el pase de Santi Núñez. Parecía liquidado, pero no.
Mediante errores propios, el adversario logró volver a convertir; dos veces. Primero por un remate de media distancia y una mala conexión entre Santi Núñez y Fran Muschietti, quien confió en que el defensor la iba a sacar y viceversa. Y más tarde, tras una mala salida entre el arquero y los defensores, el equipo lo terminaría pagando caro y encontrándose con un partido que tenía totalmente a favor, empatado y con pocos minutos por jugarse. Finalmente, mientras la lluvia iba aumentando*, Santi Bravo, que había ingresado en el arranque del segundo tiempo, empujaría un rebote del portero adversario y le pondría cifras definitivas al resultado: 6-5 y a la bolsa. Sobre el cierre, Pesto dispuso de varias chances de abultar la victoria pero chocó repetidas veces con el arquero rival, que increíblemente, pese a los 6 goles, tuvo una gran tarde.
En resumen, el equipo sigue mejorando la parte ofensiva, convirtiendo 9 goles en los últimos dos partidos, pero, a la vez, en esos dos partidos también recibió 8 goles, lo que muestra que todavía falta orden en el fondo, sacrificio con la marca y concentración en toda la cancha. Hasta el debut.
*Sí, le tenía que agregar un poco de dramatismo
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