sábado, 9 de abril de 2011

Feos, sucios y malos

Creo que no me equivoco al decir que debemos ser el único equipo de fútbol amateur que cuenta con dos arqueros de primer nivel y, a la vez, somos los únicos que tienen la mala suerte suficiente para que se lesionen los dos para el mismo partido. Sumadas dichas lesiones a las de Santi Núñez y la fuga de Sebastián García a Mercedes, Pesto salió a jugar el partido con Francisco Muschietti (conocido de Andrés Adúriz) en el arco y con Ramiro "El Mal" Pacheco de punta.

Durante los primeros 15 minutos de partido, el verdinegro dominó ampliamente el trámite del encuentro sin mucha profundidad en el área rival, pero con menos aun en el área propia; hasta que dijeron presente los que todavía nunca faltaron en lo que va de la temporada: los errores propios. Primero fue un desborde que rebota en la rodilla de Adúriz, quien indeciso en si ir a buscar la pelota y rechazarla o dejársela a Della Porta, termina saliendo a buscarla a destiempo, facilitando el gol de su marca cuando el delantero rival llegó primero a tocar la boyante pelota del área. Tan sólo minutos más tarde, Juan Pardo tendría el infortunio de empujar la pelota hacia su propio arco interrumpiendo una habilitación rival, estampando un 2-0 injusto como pocas veces visto en la historia de Pesto. Tras los dos golpes, el equipo hizo lo posible por descontar en lo que quedaba del primer tiempo, pero no tuvo más que una chilena (fallida esta vez) del Mal Pacheco, que se perdió por línea de fondo.

Sin embargo el equipo en el segundo tiempo salió con todo. Sebastián Adúriz metió el cambio de esquema que algunos venían pidiendo, plantó a Adúriz (Andrés) como segundo central, a Federico Della Porta como volante por izquierda e inyectó a Santi Bravo en el equipo como volante por derecha. Frente a la pasividad ofensiva de 200 de Mortadela (sí, se llamaban así), Pesto no sufrió complicaciones atrás y pudo avocar todo el complemento en buscar el empate. A los pocos minutos de comenzada la segunda etapa, el rebote de un córner le quedó atrás a Maldad Pacheco, que decidió que era una buena oportunidad para cobrar venganza y esta vez su chilena se clavó en la ratonera izquierda del portero, que no hizo más que mirar como entraba. Lamentablemente, pese a los incesantes embates en busca de la paridad, Pesto no pudo concretar el 2-2 y terminó llevándose poco más que patadas, de un rival que sólo se dedicó a pegar (con y sin pelota) más que a jugar al fútbol, y que sin embargo logró llevarse la victoria sin prácticamente pisar el área de Fran Muschietti, que debió haber sufrido uno de los partidos más aburridos bajo los tres palos de su vida.

1 comentario:

mario dijo...

q maestro pacheco! :D