Pesto perdió, de nuevo. Pero lo llamativo fue la forma. El equipo pareció haber hecho pasos en retroceso y cometió hasta errores que no había cometido en su primer partido. Lo lógico hubiese sido que este apabullante resultado (9-2) hubiese ocurrido contra Yerba Mate, en nuestra primera experiencia en estas canchas. Pero no fue así, si no todo lo contrario. Pese a que partido a partido parecíamos ir mejorando y estar cada vez más cerca de llevarnos la victoria a casa, hoy jugamos como si los anteriores encuentros nunca hubiesen tenido lugar y no hubiésemos escuchado los errores señalados para corregir del director técnico Sebastián Adúriz. Realmente fue un partido vergonzoso, del que sacar algo positivo es más difícil aún que buscarle la quinta pata al gato, y marcar falencias parece ser más fácil que hacerle un gol al arco iris.
Esta nota merecería un tinte todavía más crítico, lo cual era la idea inicial, pero ya en frío elijo dejar de tirar el equipo abajo y tratar de mirar para adelante con optimismo. Pero que quede claro que los culpables de este resultado fuimos nosotros, y por ende también recae en nosotros la responsabilidad de que no vuelva a ocurrir.
sábado, 2 de abril de 2011
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