Con un jugador menos, un gol con el miembro reproductivo de Jony Saint Martin (tuvo que salir inmediatamente después del gol) y una vivada de Santi Nuñez, Pesto empató contra un Castolo claramente inferior y el sueño de entrar 3º se ve cada vez más distante.
Mientras sufría la barrera subido al taxi, acompañado expléndadimente con Sole Llana y Gadiel González Castañón, a Adúriz le sonó el celular preguntándole que tan lejos estaba de la cancha y con quién se encontraba. El llamado de Seba García momentos después lo hizo sospechar de que no era el único llegando tarde y que quizás los presentes en Freire no llegaban a cinco; y tal fue el caso. Pasados 15 minutos de la hora oficial, todo el equipo rival ya se encontraba calentando y los verdinegro a penas y lograban llegar a cuatro para poner en cancha. Finalmente, con lo justo, el partido arrancó 5 vs 5.
En un primer tiempo realmente para el olvido, y en el que Pesto tendría que haber sacado ventaja no por lo hecho en cancha, si no por la calidad del rival; la mitad terminaría 1-1 con un gol de rebote en un tiro libre y un córner jugado rápidamente para Seba García. El equipo no encontró un estilo de juego ni un orden necesario para flanquear la resistencia rival y por ello el 1-1 fue justo para el trámite del partido, ya que ellos tampoco tenían una idea muy clara de ataque. Sin más, pasamos a la acción.
El segundo tiempo se vivió con la emoción de pocos. Durante los primeros 10 minutos, no hubo mucho para destacar, exceptuando alguna que otra jugada a favor (Adúriz no llegó a conectar una muy buena jugada y García también tuvo su oportunidad) y un par de atajadas de Soule. Pero llegando a la mitad del complemento, tuvo lugar una jugada clave: el arquero de Castolo le tapó primero el mano a mano al 7 verdinegro, luego, en el rebote de esta jugada, sería un defensor el que evitaría la anotación de Pardo y por útlimo tendría su oportunidad Santi Nuñez, en la que también intervino el arquero. Pero la importancia de la jugada vino por otro lado, ya que una vez que el arquero tomó la redonda, jugó rápido para uno de sus delanteros y Fede della Porta no tuvo más remedio que cometerle falta y el árbitro lo expulsó acusándolo de último recurso (correctamente) y anulando el gol, ya que el jugador había continuado antes de ser derribado y había anotado el 2-1. A partir de ahí, nació otro partido.
Obligado a jugar con 4, Racioppi movió las piezas y mandó de nuevo a Seba García a la cancha, que acompañó a Santi Nuñez y a Jony Saint Martin en la resistencia. Dicha venía consiguiéndose heroicamente, hasta que un pelotazo lejano del arquero no pudo ser retenido por Lucas Soule y el 2-1 esta vez fue inminente. Sin embargo, astuto y rápido como pocos, el 11 verdinegro tomó la pelota de la red, la apoyó sobre el círculo central y colocó su remate entre el arquero y el poste derecho; y mientras Castolo reclamaba al referí, Pesto festejaba el 2-2 que segundos antes parecía imposible. Pese a la desventaja numérica y sufriendo como pocas veces en cada córner (un rival siempre quedaba sin marca), el equipo salió a buscar la victoria con lo que pudo y llegó a romper la paridad con un gol, como decirlo, bastante raro: Seba García disparó a portería y antes de que la pelota ingrese, para asegurar que esta de hecho lo haga, Jony Saint Martin colocó su miembro viril en la trayectoria de la pelota y marcó el 3-2. Curioso fue que mientras todos festejaban, él se encontraba en el piso retorciéndose en lo que Castolo encontró como una actuación, pero que de ninguna manera fue así. El 3 salió reemplazado y el 9 reingresó en el terreno de juego.
En los minutos restantes, el equipo siguió aguantando, y si antes era heroicamente, ahora era épico. Los jugadores se aferraban al triunfo cual niño de 10 años a su juguete de Ben 10*, y por poco no lo consiguen. Tras aguantar varios minutos la victoria y después de desperdiciar dos chances para terminar con la historia, el empate llegó a falta de 1 minuto para tristeza de todos los hinchas. En un córner, como habíamos marcado antes ya venían complìcando, llegó la paridad tras un fuerte remate de un viejo conocido: Mati Levin (aparece con una remera de Los Piojos en la primer foto del equipo). Sobre el final, Castolo tuvo una chance clara para ganarla, a través nuevamente del autor del empate, pero Seba desvió el remate sobre la línea.
De manera objetiva, 3-3 con uno menos, y por como se había jugado, es un resultado bastante positivo. De manera subjetiva sin embargo, el empate sobre el final y contra un rival de estas características, deja un sabor amargo difícil de digerir. Falta un partido, bisagra para lo que viene, lavémonos la cara, mejoremos la performance y preparémonos para lo que viene.
*tiene los colores de Pesto F.C. y está por todos lados
miércoles, 9 de junio de 2010
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