lunes, 15 de marzo de 2010

Fiebre de Pesto por la noche

No tenía sueño, pero me tenía que levantar temprano así que me fui a acostar. Cerré los ojos y traté de dormir, pero era imposible. Pensamientos vagos y sin importancia cruzaban mi cabeza una y otra vez. Hasta que finalmente ese tren de insulsas reflexiones y demases se detuvo en una de las estaciones más importantes de este 2010: Pesto.

Empecé imaginando las camisetas negras con la franja verde, el número, el nombre, el nombre del equipo, etc. Que ganas que tenía de tenerla en mi poder, o de aunque sea verla materializada, no en ese bosquejo precario de Paint (hecho por mi propia mano) que solo servía para alimentar la ilusión.

Y hablando de ilusión, no pude evitar ilusionarme con el campeonato, con la vuelta en Freire, el festejo, los bombos, la hinchada, toda una fiesta. Y cómo es lógico, el partido estaba empatado y yo metía la ventaja parcial que nos daría el título (la única parte de realidad que tenía toda esta fantasía era que el gol era de rebote), y para terminar de sacarle toda pincelada de realidad, liquidaba el partido picándola.

Y sí, soñar no cuesta nada pensaba, y me animo a decir que no soy el único que soñó con la vuelta. Pero decidí no pensar tan a futuro, si no en un evento más próximo: el primer partido. El debut. Con la camiseta, claro esta. Meter el primer gol, besar la casaca y festejar con el equipo. Los pocos pero fieles seguidores festejando. Que ganas de jugar que tenía...Y de golpe, un cachetazo de realidad me pegó tan duro que tuve que abandonar toda fantasía:

-Me voy a deprimir tanto cuando perdamos el primer partido...

1 comentario:

Aguante leo matioli dijo...

jajajaja q remate tan duro papa
el primero lo ganamos acordate lo q te digo no sos el unico q soñaste vos ya sabes mi sueño
vamos pesto