Aprovecha el gordo que el menor está de viaje y entra a la casa casi sin preocuparse por no hacer ruido. Los padres ya lo conocen; lo saludan y lo invitan a tomar todo lo que tienen a su alcance, como buenos anfitriones que son los Soule, mas el de traje rojo se rehúsa pensando en todo el trabajo que todavía tiene por delante, y se limita a posar debajo del árbol un trofeo adeudado que deja leer el término "valla menos vencida", el cual el hombre de la casa mira con orgullo. Se sube a su trineo, le da una orden a un reno de nariz roja y levanta vuelo hacia la siguiente casa más cercana.
Al igual que en el hogar anterior, el gordo se da el lujo de no tener cuidado. Hace caso omiso a los ladridos de un perro simpático y entra a la casa, aprovechando la ausencia de los dueños para hacerse con un aperitivo de medianoche, e incluso tentado de sentarse en ese cómodo sillón a ver tele; mas resuelve que no hay tiempo y decide proseguir con su tarea. Encuentra el árbol y deja bajo los adornos una camiseta con el número 22 y el "pesto f.c." por debajo de los dígitos. Tras una nueva mirada de deseo al sillón, se trepa nuevamente a su trasnporte y continúa su marcha.
Ciudad de la paz 2259, otro domicilio sin el niño presente. El dueño de casa lo hace sentirse cómodo y le pregunta si de casualidad no tiene un gorrito de más. El gordo niega extrañado la bizarra propuesta y tras rechazar humildemente los agasajos del anfitrión se dispone a despachar su regalo, esta vez por partida doble. Primero coloca un raro trofeo con forma de patada, con la inscripción de "Ranking Rústico" al pie; y luego coloca, a su derecha, el premio al esfuerzo, que bien merecido lo tiene. Saluda nuevamente al ex D.T. y se encamina a su próximo destino.
Éste sí está, y acá tiene que ser precavido para no ser visto (todo sea para que perdure el mito). Sin tiempo que perder, se apresura a dejar el premio al mejor físico del torneo y, más importante aún, al defensor con más calidad. Antes de que lo descubran, hace el mejor esfuerzo que su para nada envidiable forma le permite, y escapa lo más rápido que puede, sin dejar de pensar que quizás tendría que haber agarrado esa barra y empezar a ejercitarse un poco más, para darse cuenta a los pocos segundos de que esa era una meta irrealista.
Linda sorpresa se llevó el gordo en Virrey Aviles. Confiado de que el receptor en cuestión se encontraba en Cariló, entró con su bolsa a cuestas sin hacerse mucho problema. Forzado a imporvisar, el barbudo atisbó a agacharse y depositar en su mismo escondite los regalos, sabiendo que en algún momento alguien iba a tropezar con ellos. Además del despertador, el gordo le dejó un presente que sabía que no iba a despreciar: la cinta de capitán que portó moralmente durante estos últimos partidos, finalmente materializada y lista para afianzarse a ese brazo derecho digno de un líder nato. Sin tiempo que perder y procurando no romper nada, salió disparado hacia Almagro, maldiciendo por lo bajo por la distancia del recorrido.
Todavía puteando, se bajó en Díaz Vélez y Bulnes, sabiendo que el muchacho se encontraba en Devoto. Se sacó de encima como pudo al efusivo perro y colocó arriba de la mesa un jean, unos anteojos sin cinta skotch y el buzo de D.T. que se empezó a calzar desde aquel épico 6.5 frente a Talento de Barrio, mientras Rafa Pardo daba un paso al costado. Miró con anhelo la tele y el futón, pero nuevamente el deber lo impulsó a no holgazanear.
Sin lugar a dudas, la fortaleza Bassi fue el lugar más díficil de todos los de su lista en los que el gordo se las tuvo que ingeniar para entrar. Tras encontrarle la vuelta y reírse de una foto del hombre en pijama en su infancia, avanzó hasta el árbol y posó a sus pies dos trofeos del mismo calibre, pero con distintos números: uno marcaba un "18" al lado de "Goles" y el otro un envidiable (considerando la cantidad de partidos disputados) "13". Antes de irse, dejó caer, intencionalmente, unas pesas, que sabrá el goleador para qué serán.
Llegando a Boedo, el gordo se dio cuenta de que se había recorrido la ciudad casi de punta a punta, todo por nueve pendejos rompe bolas. Desconociendo el paradero de su festejo, el barbudo se animó no más a estacionar su vehículo en la terraza y dejar en el cuarto del adolescente los regalos. Primero y principal, le devolvió su camiseta que había quedado extraviada por Caballito, allá por la última fecha del torneo; luego le dejó el premio a mejor asistidor y por último, como un gesto meramente simbólico, colocó junto a la casaca una goma, vaya uno a saber por qué. Cansado, se subió por última vez a su trineo e instigó a los renos a hacer un último esfuerzo.
Nuevamente confiado de que iba a estar a sus anchas, el gordo no se molestó en hacer de su entrada una sutíl. Esta vez tranquilo de que no tenía que ir a ningún otro lado, se desplomó sobra una silla y cedió ante la tentación de relajarse con un poco de tele, que seguramente debía estar pasando una de esas películas que tanto le gustan sobre su época del año. Tras una media hora de "El joven manos de tijera" decidió que quizás era momento de pegar la retirada. Abrió su bolsa por última vez y vació su contenido bajo el pequeño árbol que había en la entrada. De ella salieron dos cosas: una mira, para que el delantero logre apuntar al arco más seguido, y la responsabilidad de formar el plantel para el Pesto 2011. Esperando lo mejor y confiando en el delegado, Papá Noel rumbeó hacia la casa de Eska Scattone, para dejarle a la madre la receta de una salsa que su hijo debía conocer bien.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
sábado, 18 de diciembre de 2010
Roger Federer
Después de digerir* la derrota y eliminación de nuestro torneo despedida, y de sacarme de encima el colegio, decidí volver para contarles a los que no estuvieron presentes (que fueron pocos realmente) lo que ocurrió en aquel fatídico sábado de noviembre.
Pese al abultado resultado final, el trámite no fue tan disparejo como parece, si no más bien que en un principio nos podríamos haber puesto arriba nosotros. Durante la primera mitad del inicio, las chances más claras estuvieron en un mano a mano dilapidado por Manu Pujó (reemplazaba a Seba García) y en un rebote que forzó Juan Pardo por presionar al arquero rival que terminaron despejando sobre la línea.
Sin embargo, entrando en la segunda mitad del comienzo, Galácticos demostró su superioridad individual. Primero abrió el marcador con un tiro libre ejecutado rápido y definido con una violencia y precisión admirables, desde una posición de la que realmente era difícil encontrarle ángulo a la pelota para que entre. Durante un puñado de minutos, Pesto todavía dio batalla y dispuso de alguna que otra ocasión para llegar al empate, pero una vez que los rivales encontraron el segundo gol, no hubo cómo pararlos. De la mano del segundo llegaron el tercero y el cuarto, todos de buen porte, en especial una mediavuelta fortísima de uno de los delanteros que nos tuvo a mal traer todo el partido.
El complemento lo arrancamos, como siempre, en búsqueda de revertir el resultaldo adverso. Nuevamente, en los primeros 10' ninguno se sacó ventajas, tan sólo siriveron para que se luzca el uno rival, que demostraba su experiencia en cada pelota que amenzaba su valla. Mas el descuento llegó, cuándo no, a través de Santi Núñez, en una jugada que si soy sincero no recuerdo del todo, pero debió haber tenido una de las categóricas definiciones características del goleador del equipo. Lamentablemente, el fatídico delantero mencionado en el párrafo anterior no nos dio tiempo ni para ilusionarnos. Al minuto del descuento, el mismo apareció para sacarse la marca de encima y clavar un tremendo sablazo en el ángulo izquierdo de Lucas Soule, que no podía hacer nada más que mirar el flamear de su red. Con el equipo resignado, Galácticos dio el golpe de gracia y le puso al partido el score de un partido de tenis: 6-1; game, set and match.
Y así, cual tenista definido como "de otro mundo", Galácticos se despachó de Pesto F.C. y se dirigió a la final, donde Nadal** se encargó de quitarle la gloria con una inesperada goleada.
*y encontrar ese término que andaba buscando (Juan entenderá)
**New Age
Pese al abultado resultado final, el trámite no fue tan disparejo como parece, si no más bien que en un principio nos podríamos haber puesto arriba nosotros. Durante la primera mitad del inicio, las chances más claras estuvieron en un mano a mano dilapidado por Manu Pujó (reemplazaba a Seba García) y en un rebote que forzó Juan Pardo por presionar al arquero rival que terminaron despejando sobre la línea.
Sin embargo, entrando en la segunda mitad del comienzo, Galácticos demostró su superioridad individual. Primero abrió el marcador con un tiro libre ejecutado rápido y definido con una violencia y precisión admirables, desde una posición de la que realmente era difícil encontrarle ángulo a la pelota para que entre. Durante un puñado de minutos, Pesto todavía dio batalla y dispuso de alguna que otra ocasión para llegar al empate, pero una vez que los rivales encontraron el segundo gol, no hubo cómo pararlos. De la mano del segundo llegaron el tercero y el cuarto, todos de buen porte, en especial una mediavuelta fortísima de uno de los delanteros que nos tuvo a mal traer todo el partido.
El complemento lo arrancamos, como siempre, en búsqueda de revertir el resultaldo adverso. Nuevamente, en los primeros 10' ninguno se sacó ventajas, tan sólo siriveron para que se luzca el uno rival, que demostraba su experiencia en cada pelota que amenzaba su valla. Mas el descuento llegó, cuándo no, a través de Santi Núñez, en una jugada que si soy sincero no recuerdo del todo, pero debió haber tenido una de las categóricas definiciones características del goleador del equipo. Lamentablemente, el fatídico delantero mencionado en el párrafo anterior no nos dio tiempo ni para ilusionarnos. Al minuto del descuento, el mismo apareció para sacarse la marca de encima y clavar un tremendo sablazo en el ángulo izquierdo de Lucas Soule, que no podía hacer nada más que mirar el flamear de su red. Con el equipo resignado, Galácticos dio el golpe de gracia y le puso al partido el score de un partido de tenis: 6-1; game, set and match.
Y así, cual tenista definido como "de otro mundo", Galácticos se despachó de Pesto F.C. y se dirigió a la final, donde Nadal** se encargó de quitarle la gloria con una inesperada goleada.
*y encontrar ese término que andaba buscando (Juan entenderá)
**New Age
viernes, 12 de noviembre de 2010
3x1
Ante las especulaciones de que nuestro rival iba a ser el conocido Talento de Barrio, nos cayó la sorpresa de General Güemes. Nuestro querido Hernán, quien siempre se destacó por no favorecernos en lo más mínimo, no contó correctamente la diferencia de gol y nos posicionó en el segundo puesto de nuestra fase, lo cual inexorablemente modificó el cruce de cuartos de final. Sin embargo, resultó ser que nuestro rival era nada más y nada menos que un remodelado Ska-bio, al cual ajusticiamos con un contundente 5-0 el torneo pasado. Sin más preámbulos, avanzamos a lo importante.
El partido, pese a nuestro optimismo, comenzó, como tantas veces, adverso. Después de que Seba García (descollante figura) estrelle un remate en el travesaño, Güemes se puso en ventaja con un tiro cruzado desde el borde del área, lo cual provocó la reacción de la dupla técnica Racioppi-Manes que optó por el ingreso de Federico della Porta en lugar de Andrés Adúriz, y acertaron. Con el equipo rearmado, apareció para sentenciar el empate Jony Saint Martin, justo cuando al verdinegro no se le caía una idea de como llegar al arco rival. Mas a partir de ahí el que se calzó el jetra de salvador fue, nuevamente, el número 8: en los siguientes 20 minutos, aquel que dirá ausente en las semifinales se las ingenió para convertir tres goles, uno de ellos en una magnífica volea que impactó el poste y besó la red, los otros dos no tan vistosos. Sin embargo, la secuencia tuvo una particularidad: los primeros dos tantos de García pusieron el partido 3-1 arriba, pero en los minutos en los que él y su dupla de ataque le dejaron su lugar a Adúriz-Pardo, el resultado se dio vuelta 3-4 en contra. En el reingreso de los atacantes, sobre el final del primer tiempo, García marcaría su tercer tanto y sentenciaría las tablas y el entretiempo.
Para el arranque del complemento, pese a que el equipo mantuvo su formación, el que golpeó primero fue General Güemes, que llegó al 5-4 poco antes de que se lleven jugados 5 minutos. Y la reacción de Pesto, nuevamente, estaría en los pies del habilidoso delantero y su compañero de ataque, Santi Núñez, que aguantó absolutamente todo lo que sus compañeros y rivales le tiraban. De la mano de la dupla, siempre con asistencia del 8 y definición del 11, el verdinegro dio vuelta el encuentro con tres goles del Negro Núñez, que la mandó a guardar hasta sin querer, cuando el remate de Seba García encontró su rodilla camino al lateral y se desvió hacia la red rival. Finalmente, siguiendo la regla de 3x1, al hat-trick de Núñez le faltaba el gol de Jony, que llegó y de qué manera: el número 3 se sacó a un rival de encima y con un amague espléndido eludió a su marcador y remató colocado para ponerle cifras finales al resultado: 8-5 y a cobrar. Luego, más aún sobre el cierre del encuentro, dos jugadores de General Güemes se tendrían que salir por cambio obligado debido a que no pudieron controlar la calentura del partido.
Así, con Jony abriendo y cerrando la goleada y un triplete de cada delantero por tiempo, Pesto F.C. se clasificó a las semifinales de su último torneo de Freire, esperando poder salir por la puerta grande.
El partido, pese a nuestro optimismo, comenzó, como tantas veces, adverso. Después de que Seba García (descollante figura) estrelle un remate en el travesaño, Güemes se puso en ventaja con un tiro cruzado desde el borde del área, lo cual provocó la reacción de la dupla técnica Racioppi-Manes que optó por el ingreso de Federico della Porta en lugar de Andrés Adúriz, y acertaron. Con el equipo rearmado, apareció para sentenciar el empate Jony Saint Martin, justo cuando al verdinegro no se le caía una idea de como llegar al arco rival. Mas a partir de ahí el que se calzó el jetra de salvador fue, nuevamente, el número 8: en los siguientes 20 minutos, aquel que dirá ausente en las semifinales se las ingenió para convertir tres goles, uno de ellos en una magnífica volea que impactó el poste y besó la red, los otros dos no tan vistosos. Sin embargo, la secuencia tuvo una particularidad: los primeros dos tantos de García pusieron el partido 3-1 arriba, pero en los minutos en los que él y su dupla de ataque le dejaron su lugar a Adúriz-Pardo, el resultado se dio vuelta 3-4 en contra. En el reingreso de los atacantes, sobre el final del primer tiempo, García marcaría su tercer tanto y sentenciaría las tablas y el entretiempo.
Para el arranque del complemento, pese a que el equipo mantuvo su formación, el que golpeó primero fue General Güemes, que llegó al 5-4 poco antes de que se lleven jugados 5 minutos. Y la reacción de Pesto, nuevamente, estaría en los pies del habilidoso delantero y su compañero de ataque, Santi Núñez, que aguantó absolutamente todo lo que sus compañeros y rivales le tiraban. De la mano de la dupla, siempre con asistencia del 8 y definición del 11, el verdinegro dio vuelta el encuentro con tres goles del Negro Núñez, que la mandó a guardar hasta sin querer, cuando el remate de Seba García encontró su rodilla camino al lateral y se desvió hacia la red rival. Finalmente, siguiendo la regla de 3x1, al hat-trick de Núñez le faltaba el gol de Jony, que llegó y de qué manera: el número 3 se sacó a un rival de encima y con un amague espléndido eludió a su marcador y remató colocado para ponerle cifras finales al resultado: 8-5 y a cobrar. Luego, más aún sobre el cierre del encuentro, dos jugadores de General Güemes se tendrían que salir por cambio obligado debido a que no pudieron controlar la calentura del partido.
Así, con Jony abriendo y cerrando la goleada y un triplete de cada delantero por tiempo, Pesto F.C. se clasificó a las semifinales de su último torneo de Freire, esperando poder salir por la puerta grande.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Haciendo historia
Pesto se impusó por 8-5 sobre Güemes, su rival de turno en cuartos, y se metió entre los cuatro mejores del torneo. El partido fue vibrante y estuvo lleno de giros en el marcador, que finalmente se inclinó con justicia para el verdinegro. Con Bichos afuera, eliminado por New Age, el próximo contrincante puede ser el mismo verdugo de nuestro enemigo o el ganador de la llave Vilas-Talento de Barrio. Sebastián García, autor de tres tantos y una de las figuras de la goleada, no va a estar poder presente en las semifinales debido a su viaje a Tandil para presenciar el recital del Indio Solari. Allegados al club ya hablan de llamar a un salvador, un viejo conocido...
lunes, 1 de noviembre de 2010
Los últimos serán los primeros
Qué paradoja que hoy, finalmente, nos toque terminar la fase de grupos primeros. Nos toca a nosotros, a los mismos a los que nos tocó naufragar por las profundidades de la tabla sin rumbo alguno, a los mismos a los que nos tocó sufrir la eliminación más de una vez e incluso jugar partidos sabiendo que la victoria no nos llevaba a ningún lado. Sin embargo, tampoco sé si es correcto decir que somos los mismos, porque la realidad es que no sólo se agregaron nombres (renombres más bien) al equipo, si no que el conjunto como un todo fue evolucionando a través de los torneos y de cruzarnos con nosotros mismos allá por los comienzos del 2009, estoy casi seguro que ni nos reconoceríamos.
El partido de la clasficiación fue pobre, aburrido, trabado y sin juego, pero se ganó. Sí, con lo justo y necesario, pero se ganó. Con el ajustado 1-0 nos ubicamos en la cima de las posiciones (cuando Hernán acutalice, claro está), mas tenemos menos goles a favor que el otro líder, por lo que lo que nos clasificó en realidad fueron los goles recibidos (o los no recibidos mejor dicho)que fueron tan sólo 17. Y ese número es el fruto de los años, de los torneos, de los partidos, del orden, del sacrificio, del capitán de la defensa y, cómo no, del gran arquero que defiende nuestra red.
Ahora viene lo difícil, el último o el primero de una serie de desafíos a matar o morir, a todo o nada. Se vienen los cuartos, y más allá de que sean nuestros últimos, procuremos nosotros ser los primeros.
El partido de la clasficiación fue pobre, aburrido, trabado y sin juego, pero se ganó. Sí, con lo justo y necesario, pero se ganó. Con el ajustado 1-0 nos ubicamos en la cima de las posiciones (cuando Hernán acutalice, claro está), mas tenemos menos goles a favor que el otro líder, por lo que lo que nos clasificó en realidad fueron los goles recibidos (o los no recibidos mejor dicho)que fueron tan sólo 17. Y ese número es el fruto de los años, de los torneos, de los partidos, del orden, del sacrificio, del capitán de la defensa y, cómo no, del gran arquero que defiende nuestra red.
Ahora viene lo difícil, el último o el primero de una serie de desafíos a matar o morir, a todo o nada. Se vienen los cuartos, y más allá de que sean nuestros últimos, procuremos nosotros ser los primeros.
domingo, 17 de octubre de 2010
Ganar, ¿gustar? y golear
Si bien el partido en sí se hizo esperar una semana más de lo planeado, el arranque del mismo no hizo lo mismo. Dadas las 11.40 en punto, los jugadores y el árbitro ya se encontraban en la cancha, lo cual obligó al D.T.., ante el leve retraso de Santi Núñez, a poner de movida a Adúriz junto a su concocido García. Y no falló.
En un partido sin claridad, con poco orden y desprolijidades, fue Seba García el comandante del ataque verdinegro y Adúriz el acompañante justo. Corrían no más de cinco minutos cuando el número 8 robó una pelota, se la llevó de carambola y se la cedió a su amigo de la infancia para que la empuje con el arco vacío. Tiempo después, mientras el partido continuaba impreciso, lento y con pocas llegadas; volvió a aparecer García: lateral, volea, desvío y adentro. 2-0 y tranquilidad en un partido sin sobresaltos. Sin embargo, en una vivada rival o una desatención nuestra (lo dejo a criterio de cada uno), Castolo descontó mediante un tiro libre jugado rápido. Sin mucho más se iba a el denso primer tiempo con el resultado arriba por uno.
En el comienzo del complemento, la dupla de ataque parecía estar compitiendo por quién dilapidaba más situaciones, perdiéndose cantidad de goles por definir mal, o por pasarla en lugar de definir. Finalmente, tras el grito del capitán hacia el 8 de que defina él mismo, llegó el clásico puntinazo que puso las cosas 3-1, para que minutos más tarde Adúriz amplíe con un zapatazo que se estrelló en el palo e ingresó. A todo esto, Castolo seguía tratando de forzar un descuento y lo conseguiría, dejando abierta la puerta para otro resultado, y sirviendo de alerta para no dormirse y perder este partido, como hemos hecho en el pasado. Sin embargo, llegaría el quinto gol y se alteraría la fórmula, mas no todos sus componentes: nuevamente, Seba García puso la asistencia, pero esta vez el que definió (y con categoría) fue Juan Pardo, colocandola junto al poste izquierdo del arquero. Descargo personal y alivio colectivo. Con el reingreso de Adúriz, la fórmula volvería a ser la de antes, sólo que con los roles invertidos: pase del 7 a su compañero y pase, a la red, de la figura indiscutida del partido. Sobre el final, Santi Núñez, siempre presente, marcaría el séptimo gol para decorar la goleada; mas las cifras definitivas serían 7-3, por otro gol en el que el rival sacó provecho de las desatenciones propias.
En definitiva se ganó y se goleó, jugando mal, lo que quizás haga más meritoria aún la victoría. Sin embargo, la parte ofensiva del equipo pasó por un sólo jugador (creo que no es necesario aclarar por quien)y eso quizás sea un tema a tener en cuenta. Felicidades Pesto, sigamos camino a la clasificación.
En un partido sin claridad, con poco orden y desprolijidades, fue Seba García el comandante del ataque verdinegro y Adúriz el acompañante justo. Corrían no más de cinco minutos cuando el número 8 robó una pelota, se la llevó de carambola y se la cedió a su amigo de la infancia para que la empuje con el arco vacío. Tiempo después, mientras el partido continuaba impreciso, lento y con pocas llegadas; volvió a aparecer García: lateral, volea, desvío y adentro. 2-0 y tranquilidad en un partido sin sobresaltos. Sin embargo, en una vivada rival o una desatención nuestra (lo dejo a criterio de cada uno), Castolo descontó mediante un tiro libre jugado rápido. Sin mucho más se iba a el denso primer tiempo con el resultado arriba por uno.
En el comienzo del complemento, la dupla de ataque parecía estar compitiendo por quién dilapidaba más situaciones, perdiéndose cantidad de goles por definir mal, o por pasarla en lugar de definir. Finalmente, tras el grito del capitán hacia el 8 de que defina él mismo, llegó el clásico puntinazo que puso las cosas 3-1, para que minutos más tarde Adúriz amplíe con un zapatazo que se estrelló en el palo e ingresó. A todo esto, Castolo seguía tratando de forzar un descuento y lo conseguiría, dejando abierta la puerta para otro resultado, y sirviendo de alerta para no dormirse y perder este partido, como hemos hecho en el pasado. Sin embargo, llegaría el quinto gol y se alteraría la fórmula, mas no todos sus componentes: nuevamente, Seba García puso la asistencia, pero esta vez el que definió (y con categoría) fue Juan Pardo, colocandola junto al poste izquierdo del arquero. Descargo personal y alivio colectivo. Con el reingreso de Adúriz, la fórmula volvería a ser la de antes, sólo que con los roles invertidos: pase del 7 a su compañero y pase, a la red, de la figura indiscutida del partido. Sobre el final, Santi Núñez, siempre presente, marcaría el séptimo gol para decorar la goleada; mas las cifras definitivas serían 7-3, por otro gol en el que el rival sacó provecho de las desatenciones propias.
En definitiva se ganó y se goleó, jugando mal, lo que quizás haga más meritoria aún la victoría. Sin embargo, la parte ofensiva del equipo pasó por un sólo jugador (creo que no es necesario aclarar por quien)y eso quizás sea un tema a tener en cuenta. Felicidades Pesto, sigamos camino a la clasificación.
jueves, 14 de octubre de 2010
"Desde la cuna"
Después de que saliera en el programa "El Chavo del 8" con una casaca bastante peculiar, y haciendo un comentario un tanto polémico a la vez (foto vía Facebook), Don Ramón fue entrevistado por Andrés Adúriz para responder algunas preguntas que quedaron picando en la mente de todos los espectadores.
-¿Desde cuándo sos hincha de Pesto?
- Desde la cuna, desde que tengo memoria.
-¿Quién te hizo fana?
- Mi viejo, fanático mal.
- Contame bien cómo fue
- Y mirá... A mí, de chiquito, mi viejo me llevaba siempre a Freire
- ¡No digas!
- Sí, y me decía que cueste lo que cueste alentara siempre a los jugadores
- ¿Por algo en especial?
- Yo le pregunté lo mismo: "Porque dejan la vida por estos colores", me respondió. Ahí nomás profundicé, "Papá, ¿qué es Pesto para vos?". No me olvido más su respuesta, me tiró una que me dio vuelta la cabeza: "Pesto para mí es un sentimiento". Le pedí que me explique, pero lo último que me dijo fue "No se explica, se lleva adentro". .
- ¿Cuál es el recuerdo más lindo que tenés de Pesto?
- Y, dejámelo pensar, hay tantos... Bueno, primero que nada cuando me compré mi primera camiseta, qué lindo... También me alegré cuándo escuché que volvía Santi Núñez, y me lleve una grata sorpresa cuándo vi lo que jugaba Seba García. Pero en cuanto a recuerdos felices, seguramente el más lindo fue el partido de octavos contra 8.40, lo qué sufrí en los penales.
- ¿Vas seguido a la cancha? Porque nunca te vemos...
- ¿Si voy seguido? ¡Voy siempre! El tema es que me disfrazo, porque si no la prensa es insoportable, yo no sé cómo la aguantan ustedes. Generalmente me pongo una gorrita, un relleno en la zapán, me hago el sordomudo y listo, ni sospechan.
- ¿Qué opinas de la salida del histórico Rafa Benítez del mando del equipo?
- Y, yo qué sé. A mí me gustaba, pero el equipo empezó a responder mejor cuando se fue.
- Y ahora, ¿Juanchi o Chueco?
- Cualquiera de los dos, pero que se decidan. Mi ideal sería que sea uno de los dos y que venga a todos los partidos, porqué ambos tuvieron faltazos polémicos que nunca nadie supo explicar.
- ¿Y cómo lo ves al equipo este torneo?
- Alterna buenas y malas. Porque perdimos puntos que no podemos perder nunca, pero a la vez ganamos el clásico contra Bichos, que hicimos un partido bárbaro. Es cuestión de encontrar la regularidad. Igual ojo, yo creo que pasamos, eh. Nos tengo fe.
- Cambiando un poco de tema, vamos a lo que nos llevó a esta entrevista. ¿Nadie te dijo nada por usar la verdinegra en el programa?
- Jaja, no fue problema, ahí son todos unos anti-fútbol. Igual la verdad que no es para menos, ¿cómo les va a gustar el fútbol si juegan con esa pelota de pelotudos? Por eso el Chavo no me dijo nada, el gordo (Quico) ese lo hizo odiar el deporte. Me da pena el chavito, cuándo le mencioné a Pesto no sabía qué era, pero ya le voy a enseñar.
- ¿Y cuándo le mencionaste a Bichos?
- Tampoco sabía, pero eso no es novedad, si son unos muertos, je.
- La última y ya te dejo que se nos está acabando el tiempo ¿Tenés algún favorito en el equipo?
- El equipo mismo. La verdad que esa es la mayor virtud de Pesto para mí. Todos aportan, todos corren, todos dejan todo; es un grupo bárbaro.
- Gracias Ramón
- No, gracia' a vo'
viernes, 8 de octubre de 2010
"Tranquilo hijo, ya te vamos a enseñar cómo se juega".
Para dejar las cosas claras ante lo que proclaman falsamente nuestros hijos insolentes, acá dejó el historial entre los dos equipos:
Torneo Apertura 2009: Pesto F.C. 5 - 4 Bichos
Torneo Clausura 2009: Pesto F.C. 6 - 4 Bichos
Torneo Apertura 2010: Pesto F.C. 3 - 8 Bichos
Torneo Clausura 2010: Pesto F.C. 4 - 2 Bichos
Una Pasión Inexplicable
Pisó el embriague, puso punto muerto y apagó el motor, dejando su Chevy estacionado en un hueco ubicado en la calle Sucre, en el barrio de Belgrano. Se dirigió hacia una puerta incrustada en una roja pared, puso la llave en la cerradura, movió el picaporte y acto siguiente ingresó a su hogar, en donde lo esperaban su esposa Camila y sus dos hijos varones: Lautaro, de 8 años y Fernando, de 7. Saludó a cada uno de ellos con alegría y, gesto de cansancio mediante, se sentó en la mesa para disfrutar de una deliciosa cena, en la cual se encargó de describir una gran variación de situaciones que ese día había vivido, que se extendían desde diferentes ideas que había tenido para su próxima novela, hasta comentarios absurdos que varios de sus alumnos efectuaron en la Facultad ubicada en la calle Puan.
Una vez finalizada la cena, se dirigió hacia la computadora antes de irse a dormir, para revisar su correo electrónico e informarse en los diarios que habitualmente ofrece el fenómeno cibernético. Mientras lo hacía, el mayor de sus hijos, Lautaro, lo interrumpió con una pregunta cuya respuesta siempre ha sido difícil de encontrar.
‘¿Qué es la pasión, papi?’, preguntó el pequeño niño, ‘Porque hoy en la escuela un amigo me dijo algo de eso que no entendí’, siguió con rostro de pequeña tristeza.
Sorprendido por la profundidad de la pregunta, su padre, sonrisa mediante, respondió:
‘Mmm… Una pasión es algo que vos querés mucho, algo que harías por más que te sea difícil, porque no podes dejar de hacerlo, aunque llueva o truene.’
‘¿Tenés o tuviste alguna vos?’, interrogó el chico en pos de buscar un ejemplo para su investigación.
Ante esta última pregunta, su mente se paralizó. Muchas cosas pasaron por su cabeza: conciertos de jazz, libros vanguardistas, novelas ficticias, películas de Hitchcock, entre otras. Sin embargo, muchas fluyeron, pero solo una quedó, por ser su mayor pasión de adolescente y porque, en ella, estaban incluidos sus mejores amigos.
‘Sí, he tenido’, afirmó, ‘pero, querido hijo, la pasión es algo inexplicable. Podrás tener una, dos o veinte, pero nunca vas a encontrar una definición para explicarlas, solamente vas a poder sentirlas’, exclamó con entusiasmada seguridad.
‘Pero quiero saberlo ahora, papi’
‘Posiblemente no puedas, hasta el momento que sientas una…., ahora dale Lauti, andá a dormir que se hace tarde’
Ansioso y enojado por no poder descubrir aquello que lo llevó a interrogar a su padre, Lautaro cumplió la orden y se fue a la cama, sin haber entendido el verdadero significado de la palabra ‘pasión’. Quizás lo hubiera logrado comprender un poco más si se dirigía hasta el armario, abría la puerta del mismo y encontraba una foto vieja, que detrás del polvo que la cubría mostraba varias personas felices posando con sus camisetas negras y verdes y una pelota de futbol, y en cuya parte baja decía:
‘Gracias por todo Polaco, te queremos mucho: los pibes de Pesto’
Dedicado pura y exclusivamente a Santiago Bravo de la Serna, protagonista real de esta historia ficticia, a quien quiero decirle que lo quiero mucho y que en los bueno momentos pero principalmente en los malos, todos sus amigos siempre estarán siempre allí para ayudarlo.
Por Santiago Núñez, me pareció apropiado agregarlo también al blog
Una vez finalizada la cena, se dirigió hacia la computadora antes de irse a dormir, para revisar su correo electrónico e informarse en los diarios que habitualmente ofrece el fenómeno cibernético. Mientras lo hacía, el mayor de sus hijos, Lautaro, lo interrumpió con una pregunta cuya respuesta siempre ha sido difícil de encontrar.
‘¿Qué es la pasión, papi?’, preguntó el pequeño niño, ‘Porque hoy en la escuela un amigo me dijo algo de eso que no entendí’, siguió con rostro de pequeña tristeza.
Sorprendido por la profundidad de la pregunta, su padre, sonrisa mediante, respondió:
‘Mmm… Una pasión es algo que vos querés mucho, algo que harías por más que te sea difícil, porque no podes dejar de hacerlo, aunque llueva o truene.’
‘¿Tenés o tuviste alguna vos?’, interrogó el chico en pos de buscar un ejemplo para su investigación.
Ante esta última pregunta, su mente se paralizó. Muchas cosas pasaron por su cabeza: conciertos de jazz, libros vanguardistas, novelas ficticias, películas de Hitchcock, entre otras. Sin embargo, muchas fluyeron, pero solo una quedó, por ser su mayor pasión de adolescente y porque, en ella, estaban incluidos sus mejores amigos.
‘Sí, he tenido’, afirmó, ‘pero, querido hijo, la pasión es algo inexplicable. Podrás tener una, dos o veinte, pero nunca vas a encontrar una definición para explicarlas, solamente vas a poder sentirlas’, exclamó con entusiasmada seguridad.
‘Pero quiero saberlo ahora, papi’
‘Posiblemente no puedas, hasta el momento que sientas una…., ahora dale Lauti, andá a dormir que se hace tarde’
Ansioso y enojado por no poder descubrir aquello que lo llevó a interrogar a su padre, Lautaro cumplió la orden y se fue a la cama, sin haber entendido el verdadero significado de la palabra ‘pasión’. Quizás lo hubiera logrado comprender un poco más si se dirigía hasta el armario, abría la puerta del mismo y encontraba una foto vieja, que detrás del polvo que la cubría mostraba varias personas felices posando con sus camisetas negras y verdes y una pelota de futbol, y en cuya parte baja decía:
‘Gracias por todo Polaco, te queremos mucho: los pibes de Pesto’
Dedicado pura y exclusivamente a Santiago Bravo de la Serna, protagonista real de esta historia ficticia, a quien quiero decirle que lo quiero mucho y que en los bueno momentos pero principalmente en los malos, todos sus amigos siempre estarán siempre allí para ayudarlo.
Por Santiago Núñez, me pareció apropiado agregarlo también al blog
¿Qué es la felicidad?
Llega exhausto, tras una larga y dura joranada de trabajo. Tira las llaves en el mueble que se encuentra junto a la puerta, agarra el control remoto, se echa en el sillón y enciende el televisor. Desesperanzado, ya que en el cable no encontraba nada de su agrado, hace zapping hasta que finalmente encuentra un canal donde se debatía "¿qué es la felicidad?" y le llamó la atención. Así que decidió dejarlo para ver de qué se trataba, aunque no del todo convencido. En un momento piensa en cambiar de canal, pero por consiguiente, se propone a reflexionar ¿qué es la felicidad?.
Con cierto grado de incertidumbre, por el cuestionamiento, debido a que la felicidad no es estrictamente la misma para todo el mundo, sino que es un aspecto más bien subjetivo, y no es algo que sea constante, sino irregular. Hay parciales destellos de Felicidad en la vida, por lo tanto se propone a pensar , cuáles son los momentos de felicidad que vivió.
Se le cruzaron por la cabeza distintas y variadas situaciones, sin embargo sólo rescató una, la cuál supone que fue su éxtasis de felicidad, su momento más preciado, el más lindo, el más vívido: GANAR EL CLÁSICO.
Por Lucas Soule
Con cierto grado de incertidumbre, por el cuestionamiento, debido a que la felicidad no es estrictamente la misma para todo el mundo, sino que es un aspecto más bien subjetivo, y no es algo que sea constante, sino irregular. Hay parciales destellos de Felicidad en la vida, por lo tanto se propone a pensar , cuáles son los momentos de felicidad que vivió.
Se le cruzaron por la cabeza distintas y variadas situaciones, sin embargo sólo rescató una, la cuál supone que fue su éxtasis de felicidad, su momento más preciado, el más lindo, el más vívido: GANAR EL CLÁSICO.
Por Lucas Soule
jueves, 7 de octubre de 2010
Uno x Uno
Lucas Soule: Enorme. Si no fue su mejor partido en Pesto, pega en el palo. Mostró seguridad durante todo el partido y no tuvo nada que hacer en los goles, de los cuales, en realidad, había atajado uno. La actitud como estandarte, que se repita.
Jony Saint Martin: Seguro, salida y autor del gol que quebró el empate. Al igual que el resto del equipo, dejó absolutamente todo en la cancha.
Fede della Porta: Capitán. Voz de mando no sólo en el fondo si no en toda la cancha. No hace falta remarcar su sacrificio característico. Se ve que su discurso tuvo el efecto deseado en el plantel.
Santi Nuñez: Llamó Hernán diciendo que encontró un pulmón en la cancha, ¿no será tuyo Negro? Abrió y amplió la cuenta, además de una cuota extra de amor a la camiseta. Gigante.
Seba García: Movedizo y peligroso. Complicó al fondo rojinegro con sus gambetas y sentenció el partido con ese gol que sacó de la galera.
Juan Pardo: Le agregó picante al partido con su roce caracterísitco con los rivales. Activo, supo ser salida peinándola constantemente en mitad de cancha. Sudor por sobre todo, acorde al resto del equipo.
Andrés Adúriz: Tuvo el quinto en dos ocasiones pero en ambas se chocó, literalmente, con el rostro del arquero rival. Se asoció bien pero sin mucho éxito.
Jony Saint Martin: Seguro, salida y autor del gol que quebró el empate. Al igual que el resto del equipo, dejó absolutamente todo en la cancha.
Fede della Porta: Capitán. Voz de mando no sólo en el fondo si no en toda la cancha. No hace falta remarcar su sacrificio característico. Se ve que su discurso tuvo el efecto deseado en el plantel.
Santi Nuñez: Llamó Hernán diciendo que encontró un pulmón en la cancha, ¿no será tuyo Negro? Abrió y amplió la cuenta, además de una cuota extra de amor a la camiseta. Gigante.
Seba García: Movedizo y peligroso. Complicó al fondo rojinegro con sus gambetas y sentenció el partido con ese gol que sacó de la galera.
Juan Pardo: Le agregó picante al partido con su roce caracterísitco con los rivales. Activo, supo ser salida peinándola constantemente en mitad de cancha. Sudor por sobre todo, acorde al resto del equipo.
Andrés Adúriz: Tuvo el quinto en dos ocasiones pero en ambas se chocó, literalmente, con el rostro del arquero rival. Se asoció bien pero sin mucho éxito.
martes, 5 de octubre de 2010
MataBichos
Bichos, de nuevo. Aquel hijo maleducado que se atrevió a privarnos de nuestro sueño de campeón, después de todo el sudor, trabajo, sacrificio, fútbol y goles que le habíamos puesto. Ahora nos tocaba a nosotros, como ocurrió siempre en el pasado, salvando el último encuentro, llevarnos los tres puntos. El aire era disntinto, las ganas eran otras; el clásico estaba en el ambiente y se podía percibir a kilómetros de distancia. Para empezar, llegamos todos temprano, inédito en lo que venía del torneo. Y como si fuera poco, impulsado por la presión de la clasificación, el capitán se desveló escribiendo una arenga pensada para tocarnos el orgullo, por si alguno todavía no caía en cuenta de la importancia del partido. Destacó, por sobre todo, los valuartes de Pesto: el sacrificio y el trabajo en equipo. "Pesto somos todos nosotros" dijo el número 5, si mi memoria no me falla. Finalmente, en un grito unísono que no puedo citar textualmente, salimos a la cancha dispuestos a devorarla.
Trabado, parejo y áspero arrancó el partido. En los primeros 10 minutos ninguno de los dos equipos se sacó diferencias y el partido, de no ser por el condimento picante que le daba el hecho de ser un clásico, era bastante aburrido. Hasta que apareció San(ti) Nuñez. Primero, Bichos cometió el error de darle un metro y el 11 no perdonó: derechazo potente y abajo para el 1-0; mas eso no sería todo, porque tan sólo un par de minutos más tarde el delantero ampliaría la ventaja robando una pelota en la zona de peligro y definiendo de cachetada, aunque el propio goleador no supo decirnos de qué manera impactó la pelota. Sobre el final de la primera etapa, Bichos descontó con un colocado y potente tiro libre de Eska, su figura, que, dicho sea de paso, estuvo intratable. Así sin más, se fueron los primeros 20', mostrando a un Pesto seguro en el fondo, bajo los tres palos y sabiendo lo que hacía de mitad de cancha para adelante.
El complemento arrancó distinto: a penas movió, la figura rojinegra remató al arco con un potentísimo remate, que Lucas Soule contuvo, sin dar rebote y sin problemas. Y pese a que el ímpetu de Bichos lo empujaba hacia el empate, el orden, el sudor y el sacrificio de Pesto lograba que el partido mantenga su resultado favorable, teniendo de tanto en tanto alguna contra para ampliarlo. Sin embargo, luego de que el uno rival le tape a Fede della Porta lo que hubiese sido un gol de novela (jugada a puro toque desde el fondo), llegaría, injustamente, el empate. En una salida en la que el fondo estaba haciendo su jugada característica de toque y devolución con el arquero, Eska le birló el balón de las manos al arquero verdinegro en el mismo movimiento en el que estrelló su rodilla contra su ojo derecho, mas para el árbitro (de muy mal desempeño) el robo fue lícito y el gol válido. Así, vena al borde del colapso, Pesto salió a buscar la victoria que venía trabajando desde el principio del partido, y la iba a conseguir. El grito de bronca estuvo a cargo de Jony, cuando su potente tiro libre se desvió en algún jugador, desconozco si fue contrario o compañero, y se clavó arriba en el ángulo superior del uno rival. 3-2 y la justicia volvía a reinar en el score. Pero el grito más fuerte (aunque sea a nivel personal), el de alivio, el espanta-fantasmas, el de desahogo, fue obra de Seba García. Con un par de pisadas y vueltas, el número 8 se las ingenió para salir entre dos rivales y una vez frente al arquero definir razo de punta, sin dudarlo un sólo segundo. 4-2 y a sufrir. A partir de ese momento lo que quedó de partido fue Pesto puro; ojo, no por el juego, si no por el sacrificio, el desgaste y esa actitud de dejar la vida en cada pelota que tanto nos caracteriza que se adueñó del partido. Sobre el final ambos contaron con chances de marcar, pero Adúriz no pudo para los de verde y Lucas Soule se encargó que los de rojo tampoco puedan.
Venganza. Finalmente nos desquitamos con nuestro verdugo del torneo pasado y pudimos demostrarle quién sigue siendo el grande de Freire, a pesar de la derrota del encuentro anterior. Felicitaciones Pesto, se ganó a nuestro estilo, como a nosotros parece gustarnos, con el corazón en la mano. Ah, y Bichos: con papi no se jode.
domingo, 26 de septiembre de 2010
Empate con sabor a poco
Perdón, ¿con sabor a poco? Me quedé cortísimo. Lo merecimos, lo buscamos e incluso lo tuvimos en la última (pido perdón), pero nuevamente, a pesar de haber sido superiores al rival, no pudimos llevarnos la victoria, dèjá vu de Avellaneda F.C. Decir que la clasificación está complicada no es del todo cierto, pero si es verdad que si no ganamos los dos encuentros a priori ganables (Los Perez y Castolo), nos podemos ir despidiendo.
El partido arrancó a favor de Leña Toro antes de los cinco minutos de juego, y antes de los diez, el equipo de Nito Artaza (el hijo era el arquero) ya había demostrado cual era su idea de juego: tirarle todas las bochas al 10 de dos metros y que se las arregle. Llegando justamente a la mitad del primer tiempo, llegó la paridad; pase en cortada de Nuñez para Adúriz y este definió de punta anticipando a su marcador. Poco después, el mismo delantero definiría con el arco vacío tras un pase de Saint Martin para poner el resultado 2-1. Lo que quedaba de la primera etapa se podría decir que estuvo demás. Prácticamente sin más llegadas de riesgo por parte de ambos, el árbitro dio el pitazo sentenciando que el score iba a seguir siendo 2-1 para el comienzo de la segunda parte.
El complemento mantuvo su resultado durante gran parte del mismo, ya que mientras Leña Toro no podía conseguir el empate, Pesto tampoco podía liquidar el encuentro. Finalmente, el 10 volvió decir presente y clavó el empate faltando cinco minutos para que finalice el encuentro (sí, el impass fue largo). Sin embargo, la emoción de la que careció el 80% del segundo tiempo llegó en los minutos finales, porque el empate transitorio no fue el único grito que le quedaba al partido. Todavía más cerca del cierre, a falta de dos minutos y medio para ser más precisos, Adúriz peinó un bochazo dirigido de Jony Saint Martin y capitalizó el rebote del arquero para desatar la euforia del 3-2. Mas, lamentablemente, eso no sería todo. Más aún sobre la hora, llegó el empate de Leña Toro, con un bombazo que todavía no entendió de dónde salió y cómo llegó al ángulo de Lucas Soule. "¡Uno más!" fue el grito del referí, y en efecto habría tiempo para una más. Adúriz, que irónicamente venía derecho con el arco, tuvo a su merced a Nito Junior para volver a desatar el descontrol y darle la victoria al arquero, pero su remate careció de dirección y el arquero tapó el remate al bulto del delantero verdinegro. Disculpas, lamentos y derecho al vestuario.
El partido arrancó a favor de Leña Toro antes de los cinco minutos de juego, y antes de los diez, el equipo de Nito Artaza (el hijo era el arquero) ya había demostrado cual era su idea de juego: tirarle todas las bochas al 10 de dos metros y que se las arregle. Llegando justamente a la mitad del primer tiempo, llegó la paridad; pase en cortada de Nuñez para Adúriz y este definió de punta anticipando a su marcador. Poco después, el mismo delantero definiría con el arco vacío tras un pase de Saint Martin para poner el resultado 2-1. Lo que quedaba de la primera etapa se podría decir que estuvo demás. Prácticamente sin más llegadas de riesgo por parte de ambos, el árbitro dio el pitazo sentenciando que el score iba a seguir siendo 2-1 para el comienzo de la segunda parte.
El complemento mantuvo su resultado durante gran parte del mismo, ya que mientras Leña Toro no podía conseguir el empate, Pesto tampoco podía liquidar el encuentro. Finalmente, el 10 volvió decir presente y clavó el empate faltando cinco minutos para que finalice el encuentro (sí, el impass fue largo). Sin embargo, la emoción de la que careció el 80% del segundo tiempo llegó en los minutos finales, porque el empate transitorio no fue el único grito que le quedaba al partido. Todavía más cerca del cierre, a falta de dos minutos y medio para ser más precisos, Adúriz peinó un bochazo dirigido de Jony Saint Martin y capitalizó el rebote del arquero para desatar la euforia del 3-2. Mas, lamentablemente, eso no sería todo. Más aún sobre la hora, llegó el empate de Leña Toro, con un bombazo que todavía no entendió de dónde salió y cómo llegó al ángulo de Lucas Soule. "¡Uno más!" fue el grito del referí, y en efecto habría tiempo para una más. Adúriz, que irónicamente venía derecho con el arco, tuvo a su merced a Nito Junior para volver a desatar el descontrol y darle la victoria al arquero, pero su remate careció de dirección y el arquero tapó el remate al bulto del delantero verdinegro. Disculpas, lamentos y derecho al vestuario.
lunes, 20 de septiembre de 2010
La banda de Pesto llegó
Levantaba el sol en la mañana del sábado y el aire ya se sentía distinto, o al menos para mí. Poco a poco volvía esa sensación de querer ir a defender los preciosos colores verdinegros y darle una alegría a todos los, este finde afortunados, hinchas que nos iban a ver. Al llegar, noté, con alegría, que el clima era distinto al de los últimos partidos, y eso que en teoría, nada había cambiado. Simplemente el descanso, el viaje, la pausa; debió haber sido eso.
Entramos a la cancha y jugamos como pocas veces, si no ninguna, lo habíamos hecho; y eso que el rival era más complicado que varios. El equipo tocó, se movió, se mostró, se juntó y llegó en demasía. En el primer tiempo nos cansamos de llegarle al improvisado arquero rival, mas la falta de puntería, principalmente de Adúriz, no nos dejaba plasmar la diferencia en el resultado. No fue hasta que entró Seba García que pudimos quebrar el cero. En la primera clara que tuvo no sólo la mandó a guardar, si no que la clavó al ángulo. Y por más que parecía que de ahí en más entraban todas, primero llegó el inmerecidísimo empate rival, en una mínima distracción de Santi Nuñez. Pero sería el mismo delantero el que nos pondría, con la suerte que pocos tienen, nuevamente en ventaja. Sobre el final de los primeros 20', Seba García, que era el más activo de la cancha, disparó al arco y su remate se topó con el gran 11, que la desvió hacia la red. 2-1 y descanso.
Esta vez, inspirados por el juego que veníamos mostrando, salimos a rematar al rival sin vueltas. Ya a los cinco minutos de comenzado el complemente, el equipo ya estaba arriba por 4-1, con tantos del número 8 y de Adúriz. Los siguientes minutos siguieron la corriente lógica y el resultado terminó en goleada. Piadosos como pocos, el score final fue sólo 7-1, siendo los autores de los primeros cuatro goles los encargados de la abultada decoración.
Diría que finalmente Pesto volvió, pero la realidad es que yo no tengo memorias de este equipo de juego gustoso. Mas, ¿para qué quejarse? Aprovechemos que encontramos el rumbo que buscamos por tanto tiempo, simplemente procuremos no perderlo.
Oh, oh, oh, eo, la banda de Pesto llegó
Entramos a la cancha y jugamos como pocas veces, si no ninguna, lo habíamos hecho; y eso que el rival era más complicado que varios. El equipo tocó, se movió, se mostró, se juntó y llegó en demasía. En el primer tiempo nos cansamos de llegarle al improvisado arquero rival, mas la falta de puntería, principalmente de Adúriz, no nos dejaba plasmar la diferencia en el resultado. No fue hasta que entró Seba García que pudimos quebrar el cero. En la primera clara que tuvo no sólo la mandó a guardar, si no que la clavó al ángulo. Y por más que parecía que de ahí en más entraban todas, primero llegó el inmerecidísimo empate rival, en una mínima distracción de Santi Nuñez. Pero sería el mismo delantero el que nos pondría, con la suerte que pocos tienen, nuevamente en ventaja. Sobre el final de los primeros 20', Seba García, que era el más activo de la cancha, disparó al arco y su remate se topó con el gran 11, que la desvió hacia la red. 2-1 y descanso.
Esta vez, inspirados por el juego que veníamos mostrando, salimos a rematar al rival sin vueltas. Ya a los cinco minutos de comenzado el complemente, el equipo ya estaba arriba por 4-1, con tantos del número 8 y de Adúriz. Los siguientes minutos siguieron la corriente lógica y el resultado terminó en goleada. Piadosos como pocos, el score final fue sólo 7-1, siendo los autores de los primeros cuatro goles los encargados de la abultada decoración.
Diría que finalmente Pesto volvió, pero la realidad es que yo no tengo memorias de este equipo de juego gustoso. Mas, ¿para qué quejarse? Aprovechemos que encontramos el rumbo que buscamos por tanto tiempo, simplemente procuremos no perderlo.
Oh, oh, oh, eo, la banda de Pesto llegó
Uno x Uno
Lucas Soule: Seguro. Siempre que lo exigieron (excepto al gol que le patearon a menos de un metro) respondió con sobriedad. Salvo un golazo en contra de Della Porta y se ocupó de que el resultado no corra peligro. Lo único, las voladas para la foto guardátelas para cuando haya cámaras.
Fede della Porta: Sobriedad. Salida inteligente y medida. Ocupose del orden de la defensa en todo momento. Impecable.
Jony Saint Martin: Aportó mucho al juego asociado. Cuando lo exigieron en defensa respondió bien.
Santi Nuñez: Se desempeñó mejor abajo que arriba. Ayudó mucho a la salida prolija del equipo y aportó sus usuales porotos en la red.
Andrés Adúriz: Se movió, tocó y giró bien, pero simplemente se negaba a hacer goles. Por suerte llegaron en la segunda etapa.
Seba García: La figura. Fue él el que finalmente logró quebrar la resistencia del arquero rival y el que logró efectivizar la superioridad del equipo en el marcador.
Juan Pardo: Lamentablemente su estado físico (faringitis) no le permitió gozar de muchos minutos, pero los que tuvo los aprovechó y, al igual que Adúriz, hizo todo bien salvo la definición.
Fede della Porta: Sobriedad. Salida inteligente y medida. Ocupose del orden de la defensa en todo momento. Impecable.
Jony Saint Martin: Aportó mucho al juego asociado. Cuando lo exigieron en defensa respondió bien.
Santi Nuñez: Se desempeñó mejor abajo que arriba. Ayudó mucho a la salida prolija del equipo y aportó sus usuales porotos en la red.
Andrés Adúriz: Se movió, tocó y giró bien, pero simplemente se negaba a hacer goles. Por suerte llegaron en la segunda etapa.
Seba García: La figura. Fue él el que finalmente logró quebrar la resistencia del arquero rival y el que logró efectivizar la superioridad del equipo en el marcador.
Juan Pardo: Lamentablemente su estado físico (faringitis) no le permitió gozar de muchos minutos, pero los que tuvo los aprovechó y, al igual que Adúriz, hizo todo bien salvo la definición.
viernes, 17 de septiembre de 2010
Pesto Back
El Verdinegro vuelve a las canchas a toda motor después de dos largas y moviditas semanas.
Con los aires cambiados, los ánimos mejorados y las ganas de siempre, el equipo arranca de nuevo con la ilusión de cambiar la imagen de este arranque a puro tropezón.
El rival es Dogos, y más que nunca :
"¡A estos putos les tenemos que ganar!"
Con los aires cambiados, los ánimos mejorados y las ganas de siempre, el equipo arranca de nuevo con la ilusión de cambiar la imagen de este arranque a puro tropezón.
El rival es Dogos, y más que nunca :
"¡A estos putos les tenemos que ganar!"
sábado, 28 de agosto de 2010
Pesto, ¿dónde estás?
Pesto perdió, otra vez. Pero esta vez, para mí aunque sea, fue demasiado. El equipo, si bien mostró su capacidad de reacción ante el resultado adverso, no encontró en ningún momento del partido juego ofensivo. Los toques, las jugadas, las media vueltas, las salidas; todas esas, dijeron ausente.
En cuanto al partido, voy a ser breve. El primer tiempo nos fuimos arriba 1-0 con un gol que surgió de un lateral, mas tuvo una definición impecable de Santi Nuñez. El resto, estuvo de más: ni atacamos, ni fuimos atacados en demasía. En el segundo tiempo, ellos siguieron viniendo hasta que finalmente encontraron el empate, y cuando le abrís la puerta a uno, se la abrís a todos. Con el primero llegaron el segundo, el tercero y hasta el cuarto. Después de eso, a la carga barracas. Obligados por el resultado y atacando por prepotencia, dispusimos de alguna que otra chance aislada, y en una vivada de Jony Saint Martin(un tiro libre jugado rápido), Seba García conectó el segundo y último tanto del partido, que no hizo más que decorar el marcador: 2-4 final.
Ahora yo pregunto: ¿Dónde está el Pesto del torneo pasado? ¿Dónde está el equipo que resurgía de la nada y sacaba los partidos adelante? ¿Dónde está el espirítu? ¿Dónde está la pasión? ¿Dónde quedó ese sentimiento de vivir sólo para el sábado? Yo, aunque sea, no lo encuentro. Y también me preocupa no encontrar las media vueltas de Santi, las pisadas de Jony, las gambetas rápidas abre-partidos de Seba, los huevos por sobre todo de Fede y Juan, y el arco cerrado de Lucas y Juanchi. Si alguien los ve, favor de comunicarse.
No entiendo que pasó en el medio, no sé que cambió. Quizás nunca nos repusimos del golpe del torneo anterior, pero no creo que sea eso, y si lo fue, a levantarse.
Pesto, ¿qué te está pasando? Pesto, ¿dónde estás?
viernes, 27 de agosto de 2010
Torneo Despedida
martes, 24 de agosto de 2010
Así, no
Nuevamente a Pesto le tocó un rival inferior y esta vez no supo plasmar la diferencia de calidad en el marcador. Pero lo más irritante, quizás, es que el partido se jugó bien y se perdió pura y exclusivamente por errores nuestros.
El primer tiempo estuvo plagado de situaciones para el verdinegro, que no contaba con fineza a la hora de definir y se encontraba repetidamente con el arquero rival. Adúriz se perdió un gol claro entrando en diagonal tras una gran jugada colectiva y Fede della Porta lo tuvo en tres ocasiones en una misma jugada, en la que primero intervino el palo y luego el uno rival x 2, lo cual dejó resignado al defensor que finalmente dejó salir la pelota por línea de fondo. De esas, hubo hasta el hartazgo, hasta que llegó el error de Avellaneda F.C. en la salida y el oportunismo de Santi Nuñez, que había pasado al sector ofensivo tras pasar los primeros minutos en la defensa, para poner el 1-0 a favor de Pesto. Sobre el final de los primeros 20', llegaría el empate en una de las únicas aproximaciones del rival para sacarnos la tranquilidad del entretiempo.
Poco tiempo después de comenzada la segunda parte, volvió a aparecer el goleador del torneo pasado, Sant Nuñez, para poner al equipo nuevamente arriba en el marcador. Con el partido controlado y aún despediciando oportunidades en la ofensiva, sólo el error propio podía abrirle el camino a Avellaneda F.C., y eso fue lo que pasó. Primero fue el turno de Lucas Soule de pederla en la salida, cuando el rival le punteó la pelota entre las manos para poner el 2-2. Ante el gol, el rival creció y en una acometida anotó también el tercer tanto del partido. Y luego, sería el turno de Adúriz para hacer el mea culpa, en otra pelota perdida en la salida que terminó en el fondo de la red. Tarde, Pesto logró quebrar la resistencia del arquero en dos oportunidades (nuevamente tras una enorme cantidad de intentos fallidos)y puso las cosas 4-4. Y a falta de 5' llegarían las dos jugadas que definieron el desenlace del partido: el remate de Adúriz que se estrelló en la parte interna del poste derecho del arquero y, casi en la réplica, Avellaneda, inmerecidamente, sentenciaría el partido a su favor, estampando el 5-4 final.
Y así, en un partido más que ganable y en el que se jugo de una manera realmente superior a la del rival, Pesto pagó caro los errores que, a esta altura, ya no debería cometer. Este recién es el segundo partido, pero esta vez no hay tanto tiempo de revancha, ya que sólo restan 7 encuentros previos a la fase final. Basta, dejémonos de cometer estos errores infantiles, que más de una vez dijimos que íbamos a dejar de hacer. Hechemos en la cancha la experiencia que estos tres torneos anteriores nos brindaron y demostremos que estamos para más.
El primer tiempo estuvo plagado de situaciones para el verdinegro, que no contaba con fineza a la hora de definir y se encontraba repetidamente con el arquero rival. Adúriz se perdió un gol claro entrando en diagonal tras una gran jugada colectiva y Fede della Porta lo tuvo en tres ocasiones en una misma jugada, en la que primero intervino el palo y luego el uno rival x 2, lo cual dejó resignado al defensor que finalmente dejó salir la pelota por línea de fondo. De esas, hubo hasta el hartazgo, hasta que llegó el error de Avellaneda F.C. en la salida y el oportunismo de Santi Nuñez, que había pasado al sector ofensivo tras pasar los primeros minutos en la defensa, para poner el 1-0 a favor de Pesto. Sobre el final de los primeros 20', llegaría el empate en una de las únicas aproximaciones del rival para sacarnos la tranquilidad del entretiempo.
Poco tiempo después de comenzada la segunda parte, volvió a aparecer el goleador del torneo pasado, Sant Nuñez, para poner al equipo nuevamente arriba en el marcador. Con el partido controlado y aún despediciando oportunidades en la ofensiva, sólo el error propio podía abrirle el camino a Avellaneda F.C., y eso fue lo que pasó. Primero fue el turno de Lucas Soule de pederla en la salida, cuando el rival le punteó la pelota entre las manos para poner el 2-2. Ante el gol, el rival creció y en una acometida anotó también el tercer tanto del partido. Y luego, sería el turno de Adúriz para hacer el mea culpa, en otra pelota perdida en la salida que terminó en el fondo de la red. Tarde, Pesto logró quebrar la resistencia del arquero en dos oportunidades (nuevamente tras una enorme cantidad de intentos fallidos)y puso las cosas 4-4. Y a falta de 5' llegarían las dos jugadas que definieron el desenlace del partido: el remate de Adúriz que se estrelló en la parte interna del poste derecho del arquero y, casi en la réplica, Avellaneda, inmerecidamente, sentenciaría el partido a su favor, estampando el 5-4 final.
Y así, en un partido más que ganable y en el que se jugo de una manera realmente superior a la del rival, Pesto pagó caro los errores que, a esta altura, ya no debería cometer. Este recién es el segundo partido, pero esta vez no hay tanto tiempo de revancha, ya que sólo restan 7 encuentros previos a la fase final. Basta, dejémonos de cometer estos errores infantiles, que más de una vez dijimos que íbamos a dejar de hacer. Hechemos en la cancha la experiencia que estos tres torneos anteriores nos brindaron y demostremos que estamos para más.
lunes, 23 de agosto de 2010
Uno x Uno
Aclaro que no me gusta hacer esta sección en las derrotas, pero me pareció que había cosas para destacar.
Lucas Soule: Irreconocible con respecto al del partido pasado. No mostró la seguridad habitual y tuvo en su haber el segundo gol rival. Se sabe que se puede mejorar.
Fede della Porta: Nuevamente, la figura de la cancha. Logró mantener el orden incluso con el equipo jugado completamente al ataque. Tuvo un latigazo de sobre pique que podría haber sido el empate transitorio.
Jony Saint Martin: No destacó ni para bien ni para mal. Cumplió en su labor defensiva y aportó el empate. Correcto. Lo único, la hora papito.
Santi Nuñez: Arrancó abajo debido al retraso de Jony, y en cuanto subió marcó la diferencia, anotando los primeros dos goles del equipo.
Juan Pardo: Sorprendentemente, sólo pegó una patada advertida por el árbitro. Al igual que Adúriz, no estuvo fino a la hora de definir, pero siempre aportó su actitud característica.
Andrés Adúriz: No fue su mejor tarde, a su falta de definición se le sumó el error en la salida que provocó el 2-4 en contra. ¿Dónde quedó el del partido pasado?
Seba García: Volvé, por favor
Lucas Soule: Irreconocible con respecto al del partido pasado. No mostró la seguridad habitual y tuvo en su haber el segundo gol rival. Se sabe que se puede mejorar.
Fede della Porta: Nuevamente, la figura de la cancha. Logró mantener el orden incluso con el equipo jugado completamente al ataque. Tuvo un latigazo de sobre pique que podría haber sido el empate transitorio.
Jony Saint Martin: No destacó ni para bien ni para mal. Cumplió en su labor defensiva y aportó el empate. Correcto. Lo único, la hora papito.
Santi Nuñez: Arrancó abajo debido al retraso de Jony, y en cuanto subió marcó la diferencia, anotando los primeros dos goles del equipo.
Juan Pardo: Sorprendentemente, sólo pegó una patada advertida por el árbitro. Al igual que Adúriz, no estuvo fino a la hora de definir, pero siempre aportó su actitud característica.
Andrés Adúriz: No fue su mejor tarde, a su falta de definición se le sumó el error en la salida que provocó el 2-4 en contra. ¿Dónde quedó el del partido pasado?
Seba García: Volvé, por favor
Cortitas y al pie
No hay dos sin tres: Pablo Cáceres, Augusto Galati y Santi Bravo (uno como jugador) se hicieron presentes en los primeros dos encuentros del verdinegro. ¿Seguirán la racha en el tercero?
Debut: Sole Llana presenció su primer partido del torneo. Esperemos que la próxima corra otra suerte.
¿Hay que pagar los derechos?: Nicky Manes nuevamente se hizo presente en Freire para grabar el partido. Ahora el tema es que, tanto el anterior como este, los partidos jamás aparecieron.
Analízame: Leonilda Reffolo, más conocida como "Lea", la psicóloga del Lenguas Vivas Spangenberg, volvió a brindar su apoyo a su equipo preferido de adolescentes.
Debut: Sole Llana presenció su primer partido del torneo. Esperemos que la próxima corra otra suerte.
¿Hay que pagar los derechos?: Nicky Manes nuevamente se hizo presente en Freire para grabar el partido. Ahora el tema es que, tanto el anterior como este, los partidos jamás aparecieron.
Analízame: Leonilda Reffolo, más conocida como "Lea", la psicóloga del Lenguas Vivas Spangenberg, volvió a brindar su apoyo a su equipo preferido de adolescentes.
sábado, 21 de agosto de 2010
Yo tengo un sapo que se llama PESTO
12:25 y el árbitro ya estaba convocando a los jugadores a la cancha. Obviamente, el equipo no estaba ni cerca de estar completo y sólo contaba con tres jugadores (de los cuales uno de ellos era un hincha) y un cuarto que no se encontraba en condiciones. A pesar de que con el correr de los minutos el equipo llegó a la cantidad de jugadores necesarios, el mismo seguía sin estar completo por la ausencia de Jony Saint Martin y por lo tanto Juanchi Manes, arquero desde chiquito (se vio demostrado), tuvo que desempeñarse como jugador de campo. Sumado a este imprevisto, contabamos con las ya anunciadas ausencias de Seba García (viaje de egresados) y Santi Nuñez, que se encontraba enfermo pero hizo el esfuerzo de venir a ver el debut. Así, con la balanza inclinada en nuestra contra, arrancó un nuevo torneo. En frente estaba El Sapo Pepé, uno de los debutantes de este torneo, que pagó caro su falta de experiencia y orden.
En el primer tiempo, la defensa, desordenada como estaba por momentos por las subidas de Manes y la falta de relevos, se vio expuesta en varias ocasiones, pero afortunadamente ninguna de ellas pasó a mayores gracias la labor de Fede della Porta y las manos de Lucas Soule. El ataque, en cambio, se encontraba con muchos espacios y disponía de varias ocasiones para convertir, que por suerte pudo capitalizar. La primer mitad finalmente terminó 4-0 con tres de Adúriz y uno de Juan Pardo.
En la segunda etapa ingresó Santi Bravo en lugar de Juan Pardo y marcó su primer gol en el torneo a los pocos minutos de haber ingresado, tras una asistencia de hombro de Adúriz. Sería el mismo delantero el que clavaría el 6-0 final, marcando el cuarto en su cuenta personal, tras el rebote de un corner. Los últimos diez minutos el equipo pirorizó jugarle el balón a Juanchi Manes que tenía la imperiosa necesidad de marcar un gol, ya que había llevado especialmente una remera en conmemoración a su amigo Maxi Salgado, sabiendo que su hermana Nicole filmaría el juego. Finalmente, el ex arquero, pese a haber dispuesto de varias oportunidades (una en la línea sin resistencia), no pudo convertir y mostrar su casaca conmemorativa.
La cuarta es la vencida. El cuarto arranque de Pesto F.C. fue finalmente victoria, y justo la menos esperada. Si bien el rival no mostró mucha resistencia, el equipo salió adelante con varias bajas importantes y demostró que tiene el mismo carácter de siempre para afrontar este nuevo desafío.
En el primer tiempo, la defensa, desordenada como estaba por momentos por las subidas de Manes y la falta de relevos, se vio expuesta en varias ocasiones, pero afortunadamente ninguna de ellas pasó a mayores gracias la labor de Fede della Porta y las manos de Lucas Soule. El ataque, en cambio, se encontraba con muchos espacios y disponía de varias ocasiones para convertir, que por suerte pudo capitalizar. La primer mitad finalmente terminó 4-0 con tres de Adúriz y uno de Juan Pardo.
En la segunda etapa ingresó Santi Bravo en lugar de Juan Pardo y marcó su primer gol en el torneo a los pocos minutos de haber ingresado, tras una asistencia de hombro de Adúriz. Sería el mismo delantero el que clavaría el 6-0 final, marcando el cuarto en su cuenta personal, tras el rebote de un corner. Los últimos diez minutos el equipo pirorizó jugarle el balón a Juanchi Manes que tenía la imperiosa necesidad de marcar un gol, ya que había llevado especialmente una remera en conmemoración a su amigo Maxi Salgado, sabiendo que su hermana Nicole filmaría el juego. Finalmente, el ex arquero, pese a haber dispuesto de varias oportunidades (una en la línea sin resistencia), no pudo convertir y mostrar su casaca conmemorativa.
La cuarta es la vencida. El cuarto arranque de Pesto F.C. fue finalmente victoria, y justo la menos esperada. Si bien el rival no mostró mucha resistencia, el equipo salió adelante con varias bajas importantes y demostró que tiene el mismo carácter de siempre para afrontar este nuevo desafío.
viernes, 20 de agosto de 2010
Cortitas y al pie
Invictus: Lucas Soule mantuvo la valla invicta por primera vez en la historia de Pesto F.C.. Ya es histórico.
El sueño del hincha: Santi Bravo cumplió el sueño de todo hincha de calzarse la camiseta (encima del goleador) y poder convertir un gol con el club de sus amores.
Los primeros: Augusto Galati, Pablo Cáceres y Nicole Manes fueron los únicos hinchas (excluyendo a Santi Bravo) que dijeron presente en Freire 761 en el debut del equipo. Sigan así.
TyC Vergara: Nicole Manes, además de aportar su presencia, filmó el partido y prometió poner a disposición de las redes sociales el gran 6-0.
Quedate en el arco: Juanchi Manes demostró, en reiteradas ocasiones, que lo suyo es evitar que la pelota toque la red, y no lo contrario.
El sueño del hincha: Santi Bravo cumplió el sueño de todo hincha de calzarse la camiseta (encima del goleador) y poder convertir un gol con el club de sus amores.
Los primeros: Augusto Galati, Pablo Cáceres y Nicole Manes fueron los únicos hinchas (excluyendo a Santi Bravo) que dijeron presente en Freire 761 en el debut del equipo. Sigan así.
TyC Vergara: Nicole Manes, además de aportar su presencia, filmó el partido y prometió poner a disposición de las redes sociales el gran 6-0.
Quedate en el arco: Juanchi Manes demostró, en reiteradas ocasiones, que lo suyo es evitar que la pelota toque la red, y no lo contrario.
viernes, 13 de agosto de 2010
Clausura 2010
Y así nomás, casi que sin previo aviso, arranca la segunda mitad del año para Pesto. Con poco margen de tiempo(mas suficiente) para digerir la eliminación, el equipo retorna a las canchas para demostrar que el semestre pasado no fue casualidad y que este ya es un equipo serio capaz de inquietar a cualquier rival. Esta vez, el equipo que tenga la mala fortuna de cruzarnos, va a decir "epa, son buenos estos, llegaron a cuartos el torneo pasado y le ganaron al campeón" y nuestro deber ahroa es demostrar ese, tan correcto, pensamiento.
La pretemporada fue escasa, casi nula, y contó de sólo un partido de preparación que se ganó 6-3 sin sobresaltos, contra el viejo conocido Castolo. Ahora toca Sapo F.C., vaya a saber uno que tal son; pero si, como su nombre lo indica, son nuevos, vamos a hacerles pesar la experiencia. Vamos sin Seba ni Santi, y entre ellos dos perdemos 34 goles, pero vamos con la fe y la confianza de siempre.
Nos encontramos en la cancha muchachos, la mejor de las suertes
La pretemporada fue escasa, casi nula, y contó de sólo un partido de preparación que se ganó 6-3 sin sobresaltos, contra el viejo conocido Castolo. Ahora toca Sapo F.C., vaya a saber uno que tal son; pero si, como su nombre lo indica, son nuevos, vamos a hacerles pesar la experiencia. Vamos sin Seba ni Santi, y entre ellos dos perdemos 34 goles, pero vamos con la fe y la confianza de siempre.
Nos encontramos en la cancha muchachos, la mejor de las suertes
martes, 10 de agosto de 2010
Escenas de la vida deportiva (Roberto Fontanarrosa)
Si bien no tiene absolutamente nada que ver con Pesto, sigue hablando de fútbol y del grupo humano que se arma cuando nos juntamos a jugar. Disfruten, es espectacular.
-Andá cambiándote, Tito -pidió Rogelio, que estaba sentado en el suelo poniéndose las medias. Tito se quedó mirando hacia la cancha, fruncida la nariz.
-¿Nadie vino a reservar la cancha? –preguntó. Jorge había atado el extremo de una venda al paragolpes del auto, se había alejado un par de metros y ahora la enrollaba prolijamente. No contestó.
-¿El boludo del Ruso no vino a reservar la cancha? -insistió Tito, el bolso al hombro.
-Cambíate Tito -dijo Aguilar-. Ya se van los muchachos.
-¡Ruso! -gritó Jorge-. ¿Reservaste la cancha?
El Ruso ni se dio vuelta para responder, sentado sobre el piso aún húmedo.
-No vine, Jorge -gritó-. ¡Con lo que llovió anoche! Pero no hay drama...
-El Ruso se la piroba a la vieja y la vieja se la presta -asesoró Aguilar.
-¡Ruso! -llamó Tito-. ¿Te seguís haciendo tirar la goma con la vieja cada vez que venís a alquilar la cancha?
-Por lo menos no te la cobrará ¿no? -aportó el Pichicua.
-El Ruso se piroba a la vieja -Jorge ya había terminado de enrollar las vendas-. La vieja no le cobra el alquiler pero después él nos lo cobra a nosotros.
-Esas viejas son perfectas para chuparte el zodape porque no tienen dientes, ¿no Ruso?
El Ruso movió la cabeza de un lado al otro.
-Hijos de puta -reprochó-. Como ochenta años tiene la vieja. ¿No tienen madre, ustedes?
-¿Qué? -Tito eructó-. ¿Te querés culear a mi vieja también?
Se rieron. En la cancha, una multitud de morochos corría detrás de una pelota marrón y deformada. Algunos de ellos con pantalones largos arremangados y descalzos. Jugaban y gritaban. Se reían.
-¡Tienen un pedo éstos! -dijo Marcelo.
-Claro. Si se comieron un asadito allá, detrás del arco.
-Mira la zapan de aquél... Hijo de puta, parece embarazado.
-Éstos no se van a ir más -calculó Tito, indolente.
-¡Cambíate forro! -le gritó Miguel-. Cambiate de una vez y deja de hinchar las pelotas.
-¿Y quién les va a decir que se vayan?-Tito concedió descolgar el bolso del hombro-. ¿Vos les vas a decir que se vayan?
-¡Ya hablé con uno de ellos, pelotudo! -dijo Aguilar-. Se van ahora nomás.
-Mira la caripela de los negros. Como para decirles algo está...
-Si no se pueden ni mover del pedo que tienen. Juegan cinco minutos más y se mueren...
-¿No se pueden ni mover? -se hizo oír el Ruso, atándose los botines-. Mira cómo la pisa el gordo aquél... ¡recién hizo un gol!
Tito se sentó sobre el pasto con un resuello.
-Sabes qué ganas de apoliyar que tengo... Me hubiera quedado durmiendo –dijo.
-Está lindo para dormir -aprobó el Ruso.
-Es al pedo -meneó la cabeza Miguel-. Lo que es no saber un carajo de fútbol. Estos son los mejores días para jugar, querido. Nublado, fresco...
-Estuvo lloviendo, Negro -se quejó Tito.
-Quieren venir a jugar cuando hay sol y un calor de cagarse -Miguel afeó la voz, doctoral-. Ahí quieren venir a jugar. Cuando no te podés ni mover del calor que hay. Hoy está perfecto, papá.
-Es verdad. Es un día bárbaro -aprobó el Ruso, que dudaba entre sacarse el buzo o no.
-¡Pero claro, querido! -siguió Miguel-. Ni siquiera hay viento. Es preferible jugar con lluvia que con viento, mira lo que te digo.
-Seguro -Marcelo ingresó en la controversia, desde lejos-. Con viento es una cagada. Nunca sabes para dónde mierda sale la pelota. Con lluvia, cuando le agarras la mano al pique... chau ... cuando le adivinas el sapito...
-Es que sale como arriba de un vidrio...
-¡Eso! Ahí está la joda. Pero es mejor que con viento.
-Es que éstos no saben nada, Chelo -se envalentonó Miguel-. Hay que explicarles todo. Quieren entrar al Primer Mundo y se quedaron en la Pulpo de goma...
-No pasaron de la de tiento.
-Se quedaron en la Plastibol.
Tito, luego de sentarse, se había ido dejando caer hacia atrás, hasta quedar acostado con el bolso de almohada.
-Avísame cuando empiece -pidió.
-¡Vestite, boludo! -atronó Aguilar-. Después empieza el partido y todavía te estás cambiando, como el otro día.
Tito se rió.
-¿Cuántos polvos te echaste, Tito? -preguntó Rogelio, que había terminado de enrollar las vendas. Tito seguía riéndose, tapándose los ojos con un brazo. Se le sacudía el estómago bajo la camisa a cuadros-. ¿La colocaste hoy? ¿Te permitió la patrona?
-¿Usted también la puso, Marcelito? -se interesó Aguilar, generalizando el tema.
-Cuatro al hilo.
-¿Y te podes sentar todavía?
-¿No se cansa tu novio? -añadió el Ruso.
Tito se seguía riendo. Pero se levantó de pronto, como alarmado.
-¡Che, esto está mojado!
-Y claro, nabo, si llovió toda la noche.
-¿Llovió mucho? -preguntó Marcelo,
-Yo me desperté a eso de las cuatro y caían soretes de punta-dijo Miguel que había abierto la botellita de aceite verde-. Dije "cagamos"..
-El Negro es como los pibes Jorge, ubicado entre los autos, meaba un neumático-. Se despierta a la madrugada para ver si llueve y si al día siguiente se puede jugar.
-¿Y qué te parece?
-Toda la semana esperando el sábado.
-Che... -Tito había empezado, morosamente, a desabrocharse el pantalón-. ¿Quién trae la pelota?
-Rogelio -Aguilar buscó con la vista y llamó- ¡Rogelio! Vos tenés la pelota, ¿no?
-No -se alarmó Rogelio.
-Ay, la concha de su madre -Marcelo tironeaba de los cordones-. Siempre el mismo quilombo con la pelota. ¡No me digas que no hay una pelota!
-Yo se la di a Pepe el sábado pasado - se encogió de hombros Rogelio.
-Uy, la puta que lo parió...
-Bueno, muchachos... -anunció resignadamente Tito, abrochándose de nuevo el cinturón.
-No. No -calmó Rogelio-. Pepe viene. Viene seguro.
-¿Cuándo hablaste con él?
-Esta mañana. Me dijo que venía. Más, teniendo la pelota. No nos va a cagar así.
-El que no viene es el Flaco -anunció el Ruso.
-¿Por qué no viene el Flaco?-se ofuscó Miguel-. ¿Otra vez nos caga ese hijo de puta?
-No sé, tenía que hacer...
-Pero... ¿será posible? -Miguel se había puesto de pie, deteniendo la minuciosa dispersión del aceite verde por sus piernas.- Yo no me explico. ¿Qué otra cosa más importante que jugar al fútbol podes tener que hacer un sábado a la tarde, decime? ¿Qué otra cosa?
-Tenía que viajar, iba a Córdoba, no sé...
-Pero que se vaya a la concha de su madre, que no venga más.
-Tiene una novia allá, por Alta Gracia, que le da cuerda.
-Ya se van los muchachos -el Ruso miraba hacia la cancha.
Los morochos se iban retirando. Había uno tirado en el suelo, boqueando. Otros dos corrían a un flaquito, que persistía en dispararse con la pelota. "¡Cuajada! -le gritaban-. ¡Para Cuajada o te vamos a cagar matando!" Se reían.
Gonzalo, que se cambiaba adentro del auto, por el frío, llegó al trote, endurecido.
-Pediles a ver si nos dejan la bola -sugirió al Negro. Aguilar miró hacia la cancha.
-¡Qué mierda te la van a dar! ¿Y dónde se la devolvés, después?
-Se la llevamos a la casa.
-¡Ni casa tienen estos negros! -se rió Marcelo-. Si vinieron todos en un camión. "Se la llevas a la casa". ¡Mira las amistades que tiene el Gonza!
-¡Boludo! ¡Si no tenemos pelota!-Gonzalo miraba irse a los morochos, como con pena.
-Ahí viene Pepe. Ahí viene Pepe. Él la trae -tranquilizó Jorge.
-¿Ese es el auto de Pepe?
-Sí. Un Renault.
-¿Rojo?
-Sí, rojo.
-Ese auto no es rojo.
-Espera que pase detrás de la casilla y lo vas a ver bien.
-Sí, es Pepe, es Pepe...
-Es Pepe.
-¡Es Pepe! -certificó, casi desde el centro de la cancha, Marcelo.
-¿Qué haces, Chelo, estás rezando? -le gritó Gonzalo-. Marcelo se había arrodillado y, en un impensable rasgo de pudor, meaba cortito sobre el césped.
-Es muy católico el flaco.
-Che... -Tito se había quedado en calzoncillos y mostraba unas piernas flacas y lampiñas-. ¿Ellos vinieron?
Había logrado interpolar una nueva nota de intranquilidad. Aguilar y Miguel miraron hacia el otro costado de la cancha.
-Sí, vienen -masticó Miguel, que no quería pensar en la posibilidad de suspender-. Vienen. Ellos vienen.
-¿Vos viste a alguno?
-El jueves lo vi en el centro al pelado que juega de cinco. Y me dijo que venían.
-El jueves no, boludo. Ahora, te digo. ¿Acá viste a alguno?
El Ruso pisaba cuidadosamente la cancha casi pelada. Daba saltitos para entrar en calor.
-¡Allá hay uno! -gritó, señalando hacia los árboles de enfrente.
-Ah, sí... -Rogelio se quedó con el pantaloncito en el aire, escudriñando la lejanía-. El morochito que juega de siete. El... ¿cómo le dicen?
-El Bimbo, el Pimba, algo así. La mueve ese hijo de puta.
-¡Qué sorete la va a mover!
-¿Ah no? ¡El zaino que te hizo comer la vez pasada!
-¡Qué va a mover! A tu hermana se puede mover el flaco ese...
-Y con uno solo... ¿Qué hacemos?-Tito dudaba en sacarse la camisa.
-¡Ya vienen los otros, pelotudo! Vienen todos juntos. El otro día vinieron en dos autos, sobre la hora.
-¿Qué hora es?
-Cambíate, gil, y deja de romper las bolas.
-Chupame el choto -recomendó Tito-. Y pasame el aceite verde.
-Cómprate, si querés aceite verde-negó Miguel-. Miserable de mierda. Vos sos como el otro, el Gonza, que nunca pone guita para la cancha..
-Métetelo en el orto.
-¿Vos sabes como pica?
-¿Nunca te lo pasaste sin querer por las bolas?
-Ay, mamita querida. ¿Y el Fonalgón?
Pepe había estacionado el auto y venía a paso lento hacia el grupo.
-¿Trajiste la pelota? -le gritaron varios.
-La tengo en el baúl.
-¡Y bajala, sota, o te crees que vamos a estar toda la tarde esperando!
-¡Pepe maricón! -chilló Marcelo, distorsionando la voz.
-¡Putazo! -se unió Tito. Pepe, caminando de nuevo hacia el auto, giró hacia ellos y se agarró los huevos. Después siguió caminando.
-¿Cuántos somos? -preguntó Miguel-. ¿Juntamos gente?
-Sí. Estamos. Estamos -dijo Aguilar.
-La concha de su madre puta -farfulló Tito. Se había quedado con la mitad de un cordón del botín en la mano.
-¿Sabes por qué te pasa eso? -asesoró el Negro-. Porque te pasas el cordón por debajo de la suela. ¿Te lo enrollas por debajo de la suela? Así se te rompe.
-¿Por qué no me chupás un huevo, cabezón? -Tito resoplaba reacomodando el largo de los cordones-. ¿Ahora me lo decís?
-Hay que decirles todo, Negro -habló Miguel-. No están para el Primer Mundo.
-Si por lo menos vinieran un par más de ellos -calculó Gonzalo-. En el último de los casos hacemos un picado.
-¡Sí ellos vienen, ellos vienen! -desestimó Miguel, que había terminado de lubricarse-. ¡Allá vienen!, ¿no ves? ¡Para que te dejes de hablar al reverendo pedo!
-Ahí estamos -musitó Gonzalo, levantando apenas la vista-. ¡Llegaron, che! -les avisó a los otros. Pepe había sacado la pelota del baúl del auto, la apretó un par de veces para ver cómo estaba y después la tiró hacia la cancha donde ya trotaban y hacían flexiones casi todos.
-¡Traela! ¡Traela! -pidió el Ruso, que sólo se ponía locuaz cuando entraba a la cancha. Miguel, en cambio, se mantuvo serio. Fue hasta donde estaba Tito y se puso en cuclillas junto a él.
-Tito -le dijo-. Hoy no te mandes tanto al ataque. Seguro que por tu lado va a jugar el flaco del otro día, ese que le dicen Trastorno. Es muy rápido. Trata de encimarlo y no dejarlo dar vuelta. Si lo dejas darse vuelta te pinta la cara porque es un pedo líquido ese hijo de puta. Le vas encima y ponete de acuerdo con Aguilar para que cierre por detrás tuyo si se la meten a tu espalda... -Tito aprobaba con la cabeza, obediente-.. ¿De acuerdo? ¿De acuerdo? -recalcó Miguel-. Porque vos me decís que sí y después no haces un carajo de lo que te digo...
-Sí. Pero decile al Negro. Porque aquél agarra la lanza y se va arriba y después no vuelve en la puta vida.
-Si vos te vas a volantear, yo te hago el relevo, quédate tranquilo. Pero además, yo le digo al Negro -Miguel se puso de pie como si hubiese terminado con la indicación, pero antes de meterse en la cancha, se volvió para decir-. Guardá los bolsos en el auto, Rogelio. Nunca se sabe.
A Tito lo único que le faltaba ponerse era la camiseta verde, y puteaba por el frío.
-Loco ¡qué busarda que tenés! -Pepe, desde el suelo, poniéndose los botines, lo miraba y se reía. Tito se miró el estómago como si recién lo descubriera.
-Tengo que salir a correr -calculó.
-¿No salís a correr en la semana?
-No tengo tiempo, Pepe. Debería. Pero...
-Salgamos. Llámame y salimos.
-Sí. Porque así...
-Después se siente en los partidos...
-Te llamo, porque no hay nada más rompebolas que correr solo.
-Después no me llamás nunca, hijo de puta. Ya el mes pasado me hiciste lo mismo.
-Te llamo, te llamo -prometió Tito, pero ya Pepe corría hacia el arco más cercano, donde peloteaban al Lungo. Miguel no se dignaba a patear. Intentaba tocarse la punta de los botines con los dedos y recomendaba "elongá, elongá" a cada uno que le pasaba cerca. Pero de pronto se irguió y siguió atentamente el curso de una pelota que se iba entre los árboles.
-¡Che...! -advirtió-. ¿No está bofe esa pelota?
-Está un poco globo -admitió el Ruso-. Pero está bien.
Víctor la había ido a buscar casi hasta el terraplén, detrás del arco, y la devolvió hacía la semiborrada línea del área. Marcelo la paró con el pecho y la tiró de nuevo a la copa de los árboles.
-¿Con qué le pegas, hijo de puta? -lo observó, fijamente, Miguel, las manos en la cintura-. ¿Cómo se puede tener tan poca sensibilidad en el pie? ¿Cómo se puede ser tan animal? -Marcelo se reía-. Si te ve Federico Sacchi se muere de un infarto, querido -la siguió Miguel-. ¡Y pretenden jugar al fútbol! ¡Qué agravio a la cultura futbolística del país, por favor! ¡Son jugadores de terraza, nacidos en el centro! ¡Cuánto potrero que te falta, por Dios!
La pelota, esta vez, y quizás intencionadamente, le llegó a Miguel, que la puso bajo la suela y miró el arco.
-¿Dónde la querés? -le preguntó al Lungo.
-Pateá y dejá de hinchar las bolas -dijo el Lungo.
-Decime, decime.
-Ahí -señaló el Lungo, mostrando el ángulo bajo del segundo palo. Miguel le pegó de derecha, con estilo, y la pelota se elevó unos cuatro metros para caer tras el terraplén. Hubo risas.
-¡No! ¡Trae! ¡Trae para acá! -Miguel había salido disparado detrás de la pelota, a grandes trancos, enojado-. ¡No se puede jugar con eso! ¡Es un bofe esa pelota, hay que inflarla!
-¡No rompas las bolas, Miguel! Está bien la pelota. Mejor si está blanda. Dejala así -se quejó Gonzalo-. Después se moja y se pone que pesa una tonelada. Te hace mierda el balero si cabeceas...
-Mirá lo que es esto. Mirá lo que es esto -graneaba Miguel, oprimiendo la pelota con ambas manos-. No se puede jugar al fútbol con esto.
-¡Lárgala! -Jorge se golpeó las manos, girando sobre sí mismo. ¡Cómo rompe las bolas el negro este!
-¡Pero si a ustedes les da lo mismo jugar con una pelota que con un ladrillo, querido! -dijo Miguel-. Para lo que juegan, todo les resulta lo mismo...
-La verdad que está un poco floja -admitió el Ruso, junto a Pepe.
-Pero es la única que hay.
-¡Muchachos! -llamó, Gonzalo, a los rivales-. ¿Ustedes trajeron una pelota? El Pelado negó con la cabeza.
-Nos dijeron que ustedes tenían. ¿Qué le pasa a esa? -preguntó después.
-¿Tienen un inflador? -Miguel estaba empecinado.
-¿Y qué haces con un inflador, Miguel, si no tenés un pico? -dijo Gonzalo, un poco harto.
-Pico hay. Pico hay. ¿Vos no tenés un pico en el auto, Pepe?
Pepe puteó por lo bajo y se fue para el auto.
-El flaco aquel tiene un inflador -alertó el Ruso, señalando, dentro del grupo de la contra, al que había llegado primero en bicicleta. Miguel se encaminó hacia allí.
-¡Déjalaasí, Negro! ¡Dejala así! ¡Está bien así! –insistió Jorge.
-A ver si todavía la hace cagar este pelotudo -previno Tito.
-¡Ustedes corran! -ordenó Miguel, dándose vuelta y sin soltar la pelota-.¡Muévanse, elonguen que hace frío!
Cuando Pepe llegó con el pico ya tenía el inflador.
-Dame -dijo. Y empezó a escudriñar el cuero de la pelota con los ojos entrecerrados-. ¿Dónde está la marquita?
-Hacela girar, hacela girar -dijo Pepe, con su cabeza casi apoyada sobre el hombro de Miguel.
-Sin anteojos no veo un choto.
-Marquita puta... Es una flechita...
-Una flechita. Pero se le borra después...
Miguel seguía haciendo girar el balón, mirándolo, con la nariz prácticamente pegada al cuero.
-A veces la marcan con una birome...-¡Acá está!
Una minúscula flecha bordada en cuero señalaba un orificio diminuto, disimulado en la costura de dos gajos.
-¿Es este, no, seguro?
-Sí, si, es ese... Miguel carraspeó.
-Metele un gallo -recomendó Pepe. Miguel sostenía la pelota con una mano contra el pecho mientras con la otra manipulaba el pico.
-¡Cómo vas a jugar con la pelota así, macho! -se escandalizó-. ¿Dónde se ha visto? ¡Estos, porque tienen un garfio en el empeine! Juegan al fútbol porque Dios es grande... No saben un sorete, hay que decirles todo...
-No te comprenden, Miguel.
-Sufro la soledad de los líderes, Pepe...
-¿Qué pasa, Miguel? -se acercó corriendo Tito-. Ya estamos para largar.
Miguel escupió una saliva blanca y espumosa sobre el agujero de la pelota. Le erró por un centímetro. Primero hizo girar el balón, procurando que la oscilación deslizara la escupida hasta cubrir el agujero. Pero luego, apurado, la empujó directamente con el dedo hasta tapar la casi inapreciable juntura. Luego metió la punta del pico hasta encontrar resistencia.
-Ojo... -recomendó Pepe-. ¿Ahí está el agujero?
-Para -dijo Miguel. Sin sacarle el pico del inflador, bajó la pelota hasta aprisionarla entre sus rodillas.
-Ojo -repitió Pepe. Miguel hizo fuerza, empujando el pico.
-No entra el hijo de puta -cerró los ojos.
-¿Estas seguro que está ahí la válvula? ¿No se habrá corrido la cámara?
-No. Está ahí. Está ahí -aseguró Miguel y pegó un nuevo empujón al pico. Se oyó una explosión ahogada y la pelota pareció aflojársele entre las manos.
-La pinché -dijo Miguel, girando la cabeza y mirando a Pepe con cara inexpresiva-. La pinché.
Estuvieron unos veinte minutos más viendo si llegaba alguien con una pelota. O si pasaba alguien que tuviera una. Marcelo se ofreció a ir a buscar una a la casa de un primo, en el centro, pero no sabía si el primo estaba o se había ido a la isla... Le dijeron que no. A la media hora, Tito comenzó a cambiarse de vuelta. Gonzalo lo puteó por enésima vez a Miguel y rumbeó para el auto.
-¡No se podía jugar así, querido! -reafirmó Miguel-. Se pinchó, mala suerte. Pero así no se podía jugar. Ningún jugador de fútbol que se respete puede jugar con una pelota así.
-Vos te quedaste en la Pulpo, Miguel -hirió Jorge, yéndose-. No estás para la de cuero.
-Y ustedes se quedaron en el Tercer Mundo, hermano -no daba el brazo a torcer, Miguel-. Les da lo mismo pato o gallareta. Total... para ustedes todo es igual...
-Miguel -llamó el Ruso, ya cambiado, en su habitual tono calmo y medido-. Ándate un poco a la concha de tu madre -y aceptó la invitación de Aguilar de volverse juntos en el auto para el centro.
Grande rosarino
-Andá cambiándote, Tito -pidió Rogelio, que estaba sentado en el suelo poniéndose las medias. Tito se quedó mirando hacia la cancha, fruncida la nariz.
-¿Nadie vino a reservar la cancha? –preguntó. Jorge había atado el extremo de una venda al paragolpes del auto, se había alejado un par de metros y ahora la enrollaba prolijamente. No contestó.
-¿El boludo del Ruso no vino a reservar la cancha? -insistió Tito, el bolso al hombro.
-Cambíate Tito -dijo Aguilar-. Ya se van los muchachos.
-¡Ruso! -gritó Jorge-. ¿Reservaste la cancha?
El Ruso ni se dio vuelta para responder, sentado sobre el piso aún húmedo.
-No vine, Jorge -gritó-. ¡Con lo que llovió anoche! Pero no hay drama...
-El Ruso se la piroba a la vieja y la vieja se la presta -asesoró Aguilar.
-¡Ruso! -llamó Tito-. ¿Te seguís haciendo tirar la goma con la vieja cada vez que venís a alquilar la cancha?
-Por lo menos no te la cobrará ¿no? -aportó el Pichicua.
-El Ruso se piroba a la vieja -Jorge ya había terminado de enrollar las vendas-. La vieja no le cobra el alquiler pero después él nos lo cobra a nosotros.
-Esas viejas son perfectas para chuparte el zodape porque no tienen dientes, ¿no Ruso?
El Ruso movió la cabeza de un lado al otro.
-Hijos de puta -reprochó-. Como ochenta años tiene la vieja. ¿No tienen madre, ustedes?
-¿Qué? -Tito eructó-. ¿Te querés culear a mi vieja también?
Se rieron. En la cancha, una multitud de morochos corría detrás de una pelota marrón y deformada. Algunos de ellos con pantalones largos arremangados y descalzos. Jugaban y gritaban. Se reían.
-¡Tienen un pedo éstos! -dijo Marcelo.
-Claro. Si se comieron un asadito allá, detrás del arco.
-Mira la zapan de aquél... Hijo de puta, parece embarazado.
-Éstos no se van a ir más -calculó Tito, indolente.
-¡Cambíate forro! -le gritó Miguel-. Cambiate de una vez y deja de hinchar las pelotas.
-¿Y quién les va a decir que se vayan?-Tito concedió descolgar el bolso del hombro-. ¿Vos les vas a decir que se vayan?
-¡Ya hablé con uno de ellos, pelotudo! -dijo Aguilar-. Se van ahora nomás.
-Mira la caripela de los negros. Como para decirles algo está...
-Si no se pueden ni mover del pedo que tienen. Juegan cinco minutos más y se mueren...
-¿No se pueden ni mover? -se hizo oír el Ruso, atándose los botines-. Mira cómo la pisa el gordo aquél... ¡recién hizo un gol!
Tito se sentó sobre el pasto con un resuello.
-Sabes qué ganas de apoliyar que tengo... Me hubiera quedado durmiendo –dijo.
-Está lindo para dormir -aprobó el Ruso.
-Es al pedo -meneó la cabeza Miguel-. Lo que es no saber un carajo de fútbol. Estos son los mejores días para jugar, querido. Nublado, fresco...
-Estuvo lloviendo, Negro -se quejó Tito.
-Quieren venir a jugar cuando hay sol y un calor de cagarse -Miguel afeó la voz, doctoral-. Ahí quieren venir a jugar. Cuando no te podés ni mover del calor que hay. Hoy está perfecto, papá.
-Es verdad. Es un día bárbaro -aprobó el Ruso, que dudaba entre sacarse el buzo o no.
-¡Pero claro, querido! -siguió Miguel-. Ni siquiera hay viento. Es preferible jugar con lluvia que con viento, mira lo que te digo.
-Seguro -Marcelo ingresó en la controversia, desde lejos-. Con viento es una cagada. Nunca sabes para dónde mierda sale la pelota. Con lluvia, cuando le agarras la mano al pique... chau ... cuando le adivinas el sapito...
-Es que sale como arriba de un vidrio...
-¡Eso! Ahí está la joda. Pero es mejor que con viento.
-Es que éstos no saben nada, Chelo -se envalentonó Miguel-. Hay que explicarles todo. Quieren entrar al Primer Mundo y se quedaron en la Pulpo de goma...
-No pasaron de la de tiento.
-Se quedaron en la Plastibol.
Tito, luego de sentarse, se había ido dejando caer hacia atrás, hasta quedar acostado con el bolso de almohada.
-Avísame cuando empiece -pidió.
-¡Vestite, boludo! -atronó Aguilar-. Después empieza el partido y todavía te estás cambiando, como el otro día.
Tito se rió.
-¿Cuántos polvos te echaste, Tito? -preguntó Rogelio, que había terminado de enrollar las vendas. Tito seguía riéndose, tapándose los ojos con un brazo. Se le sacudía el estómago bajo la camisa a cuadros-. ¿La colocaste hoy? ¿Te permitió la patrona?
-¿Usted también la puso, Marcelito? -se interesó Aguilar, generalizando el tema.
-Cuatro al hilo.
-¿Y te podes sentar todavía?
-¿No se cansa tu novio? -añadió el Ruso.
Tito se seguía riendo. Pero se levantó de pronto, como alarmado.
-¡Che, esto está mojado!
-Y claro, nabo, si llovió toda la noche.
-¿Llovió mucho? -preguntó Marcelo,
-Yo me desperté a eso de las cuatro y caían soretes de punta-dijo Miguel que había abierto la botellita de aceite verde-. Dije "cagamos"..
-El Negro es como los pibes Jorge, ubicado entre los autos, meaba un neumático-. Se despierta a la madrugada para ver si llueve y si al día siguiente se puede jugar.
-¿Y qué te parece?
-Toda la semana esperando el sábado.
-Che... -Tito había empezado, morosamente, a desabrocharse el pantalón-. ¿Quién trae la pelota?
-Rogelio -Aguilar buscó con la vista y llamó- ¡Rogelio! Vos tenés la pelota, ¿no?
-No -se alarmó Rogelio.
-Ay, la concha de su madre -Marcelo tironeaba de los cordones-. Siempre el mismo quilombo con la pelota. ¡No me digas que no hay una pelota!
-Yo se la di a Pepe el sábado pasado - se encogió de hombros Rogelio.
-Uy, la puta que lo parió...
-Bueno, muchachos... -anunció resignadamente Tito, abrochándose de nuevo el cinturón.
-No. No -calmó Rogelio-. Pepe viene. Viene seguro.
-¿Cuándo hablaste con él?
-Esta mañana. Me dijo que venía. Más, teniendo la pelota. No nos va a cagar así.
-El que no viene es el Flaco -anunció el Ruso.
-¿Por qué no viene el Flaco?-se ofuscó Miguel-. ¿Otra vez nos caga ese hijo de puta?
-No sé, tenía que hacer...
-Pero... ¿será posible? -Miguel se había puesto de pie, deteniendo la minuciosa dispersión del aceite verde por sus piernas.- Yo no me explico. ¿Qué otra cosa más importante que jugar al fútbol podes tener que hacer un sábado a la tarde, decime? ¿Qué otra cosa?
-Tenía que viajar, iba a Córdoba, no sé...
-Pero que se vaya a la concha de su madre, que no venga más.
-Tiene una novia allá, por Alta Gracia, que le da cuerda.
-Ya se van los muchachos -el Ruso miraba hacia la cancha.
Los morochos se iban retirando. Había uno tirado en el suelo, boqueando. Otros dos corrían a un flaquito, que persistía en dispararse con la pelota. "¡Cuajada! -le gritaban-. ¡Para Cuajada o te vamos a cagar matando!" Se reían.
Gonzalo, que se cambiaba adentro del auto, por el frío, llegó al trote, endurecido.
-Pediles a ver si nos dejan la bola -sugirió al Negro. Aguilar miró hacia la cancha.
-¡Qué mierda te la van a dar! ¿Y dónde se la devolvés, después?
-Se la llevamos a la casa.
-¡Ni casa tienen estos negros! -se rió Marcelo-. Si vinieron todos en un camión. "Se la llevas a la casa". ¡Mira las amistades que tiene el Gonza!
-¡Boludo! ¡Si no tenemos pelota!-Gonzalo miraba irse a los morochos, como con pena.
-Ahí viene Pepe. Ahí viene Pepe. Él la trae -tranquilizó Jorge.
-¿Ese es el auto de Pepe?
-Sí. Un Renault.
-¿Rojo?
-Sí, rojo.
-Ese auto no es rojo.
-Espera que pase detrás de la casilla y lo vas a ver bien.
-Sí, es Pepe, es Pepe...
-Es Pepe.
-¡Es Pepe! -certificó, casi desde el centro de la cancha, Marcelo.
-¿Qué haces, Chelo, estás rezando? -le gritó Gonzalo-. Marcelo se había arrodillado y, en un impensable rasgo de pudor, meaba cortito sobre el césped.
-Es muy católico el flaco.
-Che... -Tito se había quedado en calzoncillos y mostraba unas piernas flacas y lampiñas-. ¿Ellos vinieron?
Había logrado interpolar una nueva nota de intranquilidad. Aguilar y Miguel miraron hacia el otro costado de la cancha.
-Sí, vienen -masticó Miguel, que no quería pensar en la posibilidad de suspender-. Vienen. Ellos vienen.
-¿Vos viste a alguno?
-El jueves lo vi en el centro al pelado que juega de cinco. Y me dijo que venían.
-El jueves no, boludo. Ahora, te digo. ¿Acá viste a alguno?
El Ruso pisaba cuidadosamente la cancha casi pelada. Daba saltitos para entrar en calor.
-¡Allá hay uno! -gritó, señalando hacia los árboles de enfrente.
-Ah, sí... -Rogelio se quedó con el pantaloncito en el aire, escudriñando la lejanía-. El morochito que juega de siete. El... ¿cómo le dicen?
-El Bimbo, el Pimba, algo así. La mueve ese hijo de puta.
-¡Qué sorete la va a mover!
-¿Ah no? ¡El zaino que te hizo comer la vez pasada!
-¡Qué va a mover! A tu hermana se puede mover el flaco ese...
-Y con uno solo... ¿Qué hacemos?-Tito dudaba en sacarse la camisa.
-¡Ya vienen los otros, pelotudo! Vienen todos juntos. El otro día vinieron en dos autos, sobre la hora.
-¿Qué hora es?
-Cambíate, gil, y deja de romper las bolas.
-Chupame el choto -recomendó Tito-. Y pasame el aceite verde.
-Cómprate, si querés aceite verde-negó Miguel-. Miserable de mierda. Vos sos como el otro, el Gonza, que nunca pone guita para la cancha..
-Métetelo en el orto.
-¿Vos sabes como pica?
-¿Nunca te lo pasaste sin querer por las bolas?
-Ay, mamita querida. ¿Y el Fonalgón?
Pepe había estacionado el auto y venía a paso lento hacia el grupo.
-¿Trajiste la pelota? -le gritaron varios.
-La tengo en el baúl.
-¡Y bajala, sota, o te crees que vamos a estar toda la tarde esperando!
-¡Pepe maricón! -chilló Marcelo, distorsionando la voz.
-¡Putazo! -se unió Tito. Pepe, caminando de nuevo hacia el auto, giró hacia ellos y se agarró los huevos. Después siguió caminando.
-¿Cuántos somos? -preguntó Miguel-. ¿Juntamos gente?
-Sí. Estamos. Estamos -dijo Aguilar.
-La concha de su madre puta -farfulló Tito. Se había quedado con la mitad de un cordón del botín en la mano.
-¿Sabes por qué te pasa eso? -asesoró el Negro-. Porque te pasas el cordón por debajo de la suela. ¿Te lo enrollas por debajo de la suela? Así se te rompe.
-¿Por qué no me chupás un huevo, cabezón? -Tito resoplaba reacomodando el largo de los cordones-. ¿Ahora me lo decís?
-Hay que decirles todo, Negro -habló Miguel-. No están para el Primer Mundo.
-Si por lo menos vinieran un par más de ellos -calculó Gonzalo-. En el último de los casos hacemos un picado.
-¡Sí ellos vienen, ellos vienen! -desestimó Miguel, que había terminado de lubricarse-. ¡Allá vienen!, ¿no ves? ¡Para que te dejes de hablar al reverendo pedo!
-Ahí estamos -musitó Gonzalo, levantando apenas la vista-. ¡Llegaron, che! -les avisó a los otros. Pepe había sacado la pelota del baúl del auto, la apretó un par de veces para ver cómo estaba y después la tiró hacia la cancha donde ya trotaban y hacían flexiones casi todos.
-¡Traela! ¡Traela! -pidió el Ruso, que sólo se ponía locuaz cuando entraba a la cancha. Miguel, en cambio, se mantuvo serio. Fue hasta donde estaba Tito y se puso en cuclillas junto a él.
-Tito -le dijo-. Hoy no te mandes tanto al ataque. Seguro que por tu lado va a jugar el flaco del otro día, ese que le dicen Trastorno. Es muy rápido. Trata de encimarlo y no dejarlo dar vuelta. Si lo dejas darse vuelta te pinta la cara porque es un pedo líquido ese hijo de puta. Le vas encima y ponete de acuerdo con Aguilar para que cierre por detrás tuyo si se la meten a tu espalda... -Tito aprobaba con la cabeza, obediente-.. ¿De acuerdo? ¿De acuerdo? -recalcó Miguel-. Porque vos me decís que sí y después no haces un carajo de lo que te digo...
-Sí. Pero decile al Negro. Porque aquél agarra la lanza y se va arriba y después no vuelve en la puta vida.
-Si vos te vas a volantear, yo te hago el relevo, quédate tranquilo. Pero además, yo le digo al Negro -Miguel se puso de pie como si hubiese terminado con la indicación, pero antes de meterse en la cancha, se volvió para decir-. Guardá los bolsos en el auto, Rogelio. Nunca se sabe.
A Tito lo único que le faltaba ponerse era la camiseta verde, y puteaba por el frío.
-Loco ¡qué busarda que tenés! -Pepe, desde el suelo, poniéndose los botines, lo miraba y se reía. Tito se miró el estómago como si recién lo descubriera.
-Tengo que salir a correr -calculó.
-¿No salís a correr en la semana?
-No tengo tiempo, Pepe. Debería. Pero...
-Salgamos. Llámame y salimos.
-Sí. Porque así...
-Después se siente en los partidos...
-Te llamo, porque no hay nada más rompebolas que correr solo.
-Después no me llamás nunca, hijo de puta. Ya el mes pasado me hiciste lo mismo.
-Te llamo, te llamo -prometió Tito, pero ya Pepe corría hacia el arco más cercano, donde peloteaban al Lungo. Miguel no se dignaba a patear. Intentaba tocarse la punta de los botines con los dedos y recomendaba "elongá, elongá" a cada uno que le pasaba cerca. Pero de pronto se irguió y siguió atentamente el curso de una pelota que se iba entre los árboles.
-¡Che...! -advirtió-. ¿No está bofe esa pelota?
-Está un poco globo -admitió el Ruso-. Pero está bien.
Víctor la había ido a buscar casi hasta el terraplén, detrás del arco, y la devolvió hacía la semiborrada línea del área. Marcelo la paró con el pecho y la tiró de nuevo a la copa de los árboles.
-¿Con qué le pegas, hijo de puta? -lo observó, fijamente, Miguel, las manos en la cintura-. ¿Cómo se puede tener tan poca sensibilidad en el pie? ¿Cómo se puede ser tan animal? -Marcelo se reía-. Si te ve Federico Sacchi se muere de un infarto, querido -la siguió Miguel-. ¡Y pretenden jugar al fútbol! ¡Qué agravio a la cultura futbolística del país, por favor! ¡Son jugadores de terraza, nacidos en el centro! ¡Cuánto potrero que te falta, por Dios!
La pelota, esta vez, y quizás intencionadamente, le llegó a Miguel, que la puso bajo la suela y miró el arco.
-¿Dónde la querés? -le preguntó al Lungo.
-Pateá y dejá de hinchar las bolas -dijo el Lungo.
-Decime, decime.
-Ahí -señaló el Lungo, mostrando el ángulo bajo del segundo palo. Miguel le pegó de derecha, con estilo, y la pelota se elevó unos cuatro metros para caer tras el terraplén. Hubo risas.
-¡No! ¡Trae! ¡Trae para acá! -Miguel había salido disparado detrás de la pelota, a grandes trancos, enojado-. ¡No se puede jugar con eso! ¡Es un bofe esa pelota, hay que inflarla!
-¡No rompas las bolas, Miguel! Está bien la pelota. Mejor si está blanda. Dejala así -se quejó Gonzalo-. Después se moja y se pone que pesa una tonelada. Te hace mierda el balero si cabeceas...
-Mirá lo que es esto. Mirá lo que es esto -graneaba Miguel, oprimiendo la pelota con ambas manos-. No se puede jugar al fútbol con esto.
-¡Lárgala! -Jorge se golpeó las manos, girando sobre sí mismo. ¡Cómo rompe las bolas el negro este!
-¡Pero si a ustedes les da lo mismo jugar con una pelota que con un ladrillo, querido! -dijo Miguel-. Para lo que juegan, todo les resulta lo mismo...
-La verdad que está un poco floja -admitió el Ruso, junto a Pepe.
-Pero es la única que hay.
-¡Muchachos! -llamó, Gonzalo, a los rivales-. ¿Ustedes trajeron una pelota? El Pelado negó con la cabeza.
-Nos dijeron que ustedes tenían. ¿Qué le pasa a esa? -preguntó después.
-¿Tienen un inflador? -Miguel estaba empecinado.
-¿Y qué haces con un inflador, Miguel, si no tenés un pico? -dijo Gonzalo, un poco harto.
-Pico hay. Pico hay. ¿Vos no tenés un pico en el auto, Pepe?
Pepe puteó por lo bajo y se fue para el auto.
-El flaco aquel tiene un inflador -alertó el Ruso, señalando, dentro del grupo de la contra, al que había llegado primero en bicicleta. Miguel se encaminó hacia allí.
-¡Déjalaasí, Negro! ¡Dejala así! ¡Está bien así! –insistió Jorge.
-A ver si todavía la hace cagar este pelotudo -previno Tito.
-¡Ustedes corran! -ordenó Miguel, dándose vuelta y sin soltar la pelota-.¡Muévanse, elonguen que hace frío!
Cuando Pepe llegó con el pico ya tenía el inflador.
-Dame -dijo. Y empezó a escudriñar el cuero de la pelota con los ojos entrecerrados-. ¿Dónde está la marquita?
-Hacela girar, hacela girar -dijo Pepe, con su cabeza casi apoyada sobre el hombro de Miguel.
-Sin anteojos no veo un choto.
-Marquita puta... Es una flechita...
-Una flechita. Pero se le borra después...
Miguel seguía haciendo girar el balón, mirándolo, con la nariz prácticamente pegada al cuero.
-A veces la marcan con una birome...-¡Acá está!
Una minúscula flecha bordada en cuero señalaba un orificio diminuto, disimulado en la costura de dos gajos.
-¿Es este, no, seguro?
-Sí, si, es ese... Miguel carraspeó.
-Metele un gallo -recomendó Pepe. Miguel sostenía la pelota con una mano contra el pecho mientras con la otra manipulaba el pico.
-¡Cómo vas a jugar con la pelota así, macho! -se escandalizó-. ¿Dónde se ha visto? ¡Estos, porque tienen un garfio en el empeine! Juegan al fútbol porque Dios es grande... No saben un sorete, hay que decirles todo...
-No te comprenden, Miguel.
-Sufro la soledad de los líderes, Pepe...
-¿Qué pasa, Miguel? -se acercó corriendo Tito-. Ya estamos para largar.
Miguel escupió una saliva blanca y espumosa sobre el agujero de la pelota. Le erró por un centímetro. Primero hizo girar el balón, procurando que la oscilación deslizara la escupida hasta cubrir el agujero. Pero luego, apurado, la empujó directamente con el dedo hasta tapar la casi inapreciable juntura. Luego metió la punta del pico hasta encontrar resistencia.
-Ojo... -recomendó Pepe-. ¿Ahí está el agujero?
-Para -dijo Miguel. Sin sacarle el pico del inflador, bajó la pelota hasta aprisionarla entre sus rodillas.
-Ojo -repitió Pepe. Miguel hizo fuerza, empujando el pico.
-No entra el hijo de puta -cerró los ojos.
-¿Estas seguro que está ahí la válvula? ¿No se habrá corrido la cámara?
-No. Está ahí. Está ahí -aseguró Miguel y pegó un nuevo empujón al pico. Se oyó una explosión ahogada y la pelota pareció aflojársele entre las manos.
-La pinché -dijo Miguel, girando la cabeza y mirando a Pepe con cara inexpresiva-. La pinché.
Estuvieron unos veinte minutos más viendo si llegaba alguien con una pelota. O si pasaba alguien que tuviera una. Marcelo se ofreció a ir a buscar una a la casa de un primo, en el centro, pero no sabía si el primo estaba o se había ido a la isla... Le dijeron que no. A la media hora, Tito comenzó a cambiarse de vuelta. Gonzalo lo puteó por enésima vez a Miguel y rumbeó para el auto.
-¡No se podía jugar así, querido! -reafirmó Miguel-. Se pinchó, mala suerte. Pero así no se podía jugar. Ningún jugador de fútbol que se respete puede jugar con una pelota así.
-Vos te quedaste en la Pulpo, Miguel -hirió Jorge, yéndose-. No estás para la de cuero.
-Y ustedes se quedaron en el Tercer Mundo, hermano -no daba el brazo a torcer, Miguel-. Les da lo mismo pato o gallareta. Total... para ustedes todo es igual...
-Miguel -llamó el Ruso, ya cambiado, en su habitual tono calmo y medido-. Ándate un poco a la concha de tu madre -y aceptó la invitación de Aguilar de volverse juntos en el auto para el centro.
Grande rosarino
jueves, 29 de julio de 2010
Should I stay or should I go
Con la excepción de los arqueros, el resto de los jugadores del equipo dieron declaraciones a la prensa sobre su futuro futbolístico y he aquí una recopilación de dichas palabras:
Juan Pardo: "Nadie del club se contactó conmigo todavía y estoy dispuesto a escuchar otras ofertas, pero mi representante me dijo que todavía nadie se comunicó con él tampoco"
Santi Nuñez: El goleador del equipo es buscado desde europa y su partida para algunos es casi un hecho, sin embargo el 11 declaró: "A mí no me llegó nada, de eso se ocupa mi representante. Yo por ahora tengo contrato con el club y estoy con muchas ganas de quedarme."
Sebastián García: "Mi préstamo se termina el 1º de Agosto, hasta entonces sigo siendo jugador de Pesto. Qué pasará después, no lo sé, pero la directiva ya me dijo que va a hacer lo posible por retenerme." (El 50% del pase está tazado en $2.500.000 dólares).
Andrés Adúriz: "Tengo ofertas concretas de China y Arabia Saudita, pero yo tengo ganas de quedarme y ganar algo acá antes de irme para hacer la diferencia económica." Algunos medios lo vinculan con el Necaxa mexicano, pero él dijo no saber nada al respecto.
Federico della Porta: "La herida del torneo anterior todavía sigue abierta en mí y estoy evaluando mi futuro. Yo todavía tengo contrato acá por 6 meses más, pero si llega una oferta que nos cierre tanto a mí como al club vamos a ver que pasa. Conmigo ya se contactó el DT de Galácticos y si a uno lo llaman debe ser porque está haciendo las cosas bien"
Jonathan Saint Martin: Ante los rumores que lo vinculaban con varios clubes de primera línea mundial, el defensor estuvo cauto a la hora de hablar con la prensa: "Lo que sé lo sé por ustedes, por lo que dicen los periodistas, pero yo por ahora estoy en Pesto y me siento muy cómdo." Finalmente, cuando le preguntaron porque había faltado a los últimos entrenamientos, Saint Martin respondió sin culpa alguna: "Me fui a sacar el pasaporte comunitario"
Manuel Pujó: "Yo estoy muy agradecido por el interés de Pesto y cuando me tocó jugar me sentí muy cómodo, pero yo me debo a Caballito Jrs y no creo que sea posible hacer una transferencia"
Juan Pardo: "Nadie del club se contactó conmigo todavía y estoy dispuesto a escuchar otras ofertas, pero mi representante me dijo que todavía nadie se comunicó con él tampoco"
Santi Nuñez: El goleador del equipo es buscado desde europa y su partida para algunos es casi un hecho, sin embargo el 11 declaró: "A mí no me llegó nada, de eso se ocupa mi representante. Yo por ahora tengo contrato con el club y estoy con muchas ganas de quedarme."
Sebastián García: "Mi préstamo se termina el 1º de Agosto, hasta entonces sigo siendo jugador de Pesto. Qué pasará después, no lo sé, pero la directiva ya me dijo que va a hacer lo posible por retenerme." (El 50% del pase está tazado en $2.500.000 dólares).
Andrés Adúriz: "Tengo ofertas concretas de China y Arabia Saudita, pero yo tengo ganas de quedarme y ganar algo acá antes de irme para hacer la diferencia económica." Algunos medios lo vinculan con el Necaxa mexicano, pero él dijo no saber nada al respecto.
Federico della Porta: "La herida del torneo anterior todavía sigue abierta en mí y estoy evaluando mi futuro. Yo todavía tengo contrato acá por 6 meses más, pero si llega una oferta que nos cierre tanto a mí como al club vamos a ver que pasa. Conmigo ya se contactó el DT de Galácticos y si a uno lo llaman debe ser porque está haciendo las cosas bien"
Jonathan Saint Martin: Ante los rumores que lo vinculaban con varios clubes de primera línea mundial, el defensor estuvo cauto a la hora de hablar con la prensa: "Lo que sé lo sé por ustedes, por lo que dicen los periodistas, pero yo por ahora estoy en Pesto y me siento muy cómdo." Finalmente, cuando le preguntaron porque había faltado a los últimos entrenamientos, Saint Martin respondió sin culpa alguna: "Me fui a sacar el pasaporte comunitario"
Manuel Pujó: "Yo estoy muy agradecido por el interés de Pesto y cuando me tocó jugar me sentí muy cómodo, pero yo me debo a Caballito Jrs y no creo que sea posible hacer una transferencia"
jueves, 15 de julio de 2010
Cortitas y al pie
Mayor cantidad de presencias (femenino): Laura Meincke
Mayor cantidad de presencias (masculino): Santiago Bravo
Mayor cantidad de presencias (global): Laura Meincke
Goleador del equipo: Santiago Nuñez (18)
El mejor corte de pelo: Sebastián García; finalistas Federico della Porta, Jonathan Saint Martin y Lucas Soule
La revelación: Sebastián García
Mejor Faltazo: Iván Racioppi
Expulsión más problemática: Federico della Porta, finalistas Santiago Nuñez y Jonathan Saint Martin
Mejor Casaca: Andrés AduriS
Mejor Invicto: Rafael Pardo, 2/2 perdidos
Mejor Invicto (positivo): Pesto, 5 victorias seguidas
Mayor Eficacia: Manuel Pujó, 1 partido 2 goles
Mayor cantidad de goles convertidos: 9 (Los Perez)
Mayor cantidad de goles recibidos: 8 (Bichos)
Mayor amplitud de frente: Juanchi Manes
Victoria más festejada: Talento de Barrio, 6-5
Mayor cantidad de presencias (masculino): Santiago Bravo
Mayor cantidad de presencias (global): Laura Meincke
Goleador del equipo: Santiago Nuñez (18)
El mejor corte de pelo: Sebastián García; finalistas Federico della Porta, Jonathan Saint Martin y Lucas Soule
La revelación: Sebastián García
Mejor Faltazo: Iván Racioppi
Expulsión más problemática: Federico della Porta, finalistas Santiago Nuñez y Jonathan Saint Martin
Mejor Casaca: Andrés AduriS
Mejor Invicto: Rafael Pardo, 2/2 perdidos
Mejor Invicto (positivo): Pesto, 5 victorias seguidas
Mayor Eficacia: Manuel Pujó, 1 partido 2 goles
Mayor cantidad de goles convertidos: 9 (Los Perez)
Mayor cantidad de goles recibidos: 8 (Bichos)
Mayor amplitud de frente: Juanchi Manes
Victoria más festejada: Talento de Barrio, 6-5
Un Sábado Más
Despertó solitario en una fría y gris mañana de sabado. Amaneció en esa soledad que pocas veces se puede contemplar, donde sólo se escucha el silbido estremecedor del viento. Se levantó suavemente de la cama con marcas de una intranquila noche de insomnio, se puso de pie finalmente y camino hacia el baño. Se lavó la cara y mirose al espejo, encontrando en él un rostro de confianza, también de incertidumbre, pero de todos modos tenía el sólido presagio de que ese día era un gran día.
Así se vistió, tomó su bolso de mano y salió intrépido a la calle. Aunque por algún motivo, su inconsciente le decía a gritos que algo no andaba bien, que ese sábado difería de los demás.
Decidió hacer oídos sordos a su ligero presentimiento y seguir camino al frente donde ya no había retorno; estaba jugado a un destino desconocido, de vacilación.
Sube al colectivo, coloca las monedas en la máquina expendedora, pero resulta que ésta no funcina. Se baja fastidioso y se va caminando, ya que no vive lejos del sitio al que se dirige y goza de tiempo suficiente para llegar puntualmente.
En el transcurso del camino ve que la barrera de tren se encuentra baja e inexplicablemente pasan una serie de trenes en contínuo que demoran más aún su llegada.
Finalmente y tras varios inconvenientes que se le presentaron en el camino, llega a destino agotado, molesto y tedioso. Repentinamente se topa con la entrada del predio de Freire 761 y en un principio siente un sutil momento de felicidad por haber llegado despues de tan largo viaje; sin embargo, paralelamente toma conciencia de lo que realmente pasaba, de lo extraño que era llegar y no ver caras conocidas, no escuchar ese grito de aliento que se esboza desde el vestuario antes de salir a la cancha, no escuchar la breve cancion del silbato, esa que hace que la pelota ruede en la mitad de la cancha, no sentir el consuelo de sus compañeros por fallar el último penal.
En ese momento toco cayó a tierra nuevamente y se percató de que ya no había un consuelo, un grio de aliento, un silbato. Todo eso formaba parte de su pasado inminente, pero que no quería reconocer.
Ya no iba a volver.
No hasta el próximo torneo...
Así se vistió, tomó su bolso de mano y salió intrépido a la calle. Aunque por algún motivo, su inconsciente le decía a gritos que algo no andaba bien, que ese sábado difería de los demás.
Decidió hacer oídos sordos a su ligero presentimiento y seguir camino al frente donde ya no había retorno; estaba jugado a un destino desconocido, de vacilación.
Sube al colectivo, coloca las monedas en la máquina expendedora, pero resulta que ésta no funcina. Se baja fastidioso y se va caminando, ya que no vive lejos del sitio al que se dirige y goza de tiempo suficiente para llegar puntualmente.
En el transcurso del camino ve que la barrera de tren se encuentra baja e inexplicablemente pasan una serie de trenes en contínuo que demoran más aún su llegada.
Finalmente y tras varios inconvenientes que se le presentaron en el camino, llega a destino agotado, molesto y tedioso. Repentinamente se topa con la entrada del predio de Freire 761 y en un principio siente un sutil momento de felicidad por haber llegado despues de tan largo viaje; sin embargo, paralelamente toma conciencia de lo que realmente pasaba, de lo extraño que era llegar y no ver caras conocidas, no escuchar ese grito de aliento que se esboza desde el vestuario antes de salir a la cancha, no escuchar la breve cancion del silbato, esa que hace que la pelota ruede en la mitad de la cancha, no sentir el consuelo de sus compañeros por fallar el último penal.
En ese momento toco cayó a tierra nuevamente y se percató de que ya no había un consuelo, un grio de aliento, un silbato. Todo eso formaba parte de su pasado inminente, pero que no quería reconocer.
Ya no iba a volver.
No hasta el próximo torneo...
Lucas Soule
miércoles, 14 de julio de 2010
Repercusiones
A pesar de no haber querido hablar con la prensa, la mayoría de los jugadores le dedicaron una palabras al equipo a través de las cada vez más utilizadas redes sociales, en este caso, Facebook.
Andrés Adúriz: Esto es fútbol y a veces se pierde. Pero la mejor manera de perder, es con un jugador de Pesto a cada lado. Federico Della Porta, Jonathan Saint Martin, Sebastián Garcáa, Santi Nuñez, Juan Pardo, Lucas Soule, Juanchi Manes e Iván Racioppi, gracias por caer conmigo.
Lucas Soule: (referido al comentario de Adúriz)
estamos tanto en las buenas como en las malas papá
sabés que siempre te banco y siempre te bancaré y como dijo Fede
si uno se equivoca, nos equivocamos todos, si uno hace un gol , lo hacemos todos
porque somos todos uno
Porque pesto para mi es un sentimientoooo.. que no se explica, se lleva adentro
Juanchi Manes: orgulloso de ser de Pesto... gracias Andrés Adúriz, Juan Pardo, Federico Della Porta, Jonathan Saint Martin, Lucas Soule, Santi Nuñez, Seba García e hinchas. Aguante pesto carajo, con vos en la buenas y en las malas
Santi Nuñez: (antes del partido, pero igual cuenta)
La verdad... cada dia entiendo menos como se usa esto de facebook, pero bueno aca estoy para intentarlo. Pensaba mucho en casa y llegue a la conclusion de que este equipo posta me emociona. Pocas veces vi algo igual, peor ese sentimiento verdinegro que es tan grande como poco comun genera cosas inesperadas. Porque esto no es soloo un equipo de ... Ver másfutbol y eso cada dia queda mas claro. Esto es algo diferente, algo distinto, que con pocas cosas puede compararse y con ninguna palabra puede definirse, o quizas si puede, utilizando una palabra grave desde el punto de vista semántico/morfológico, pero a la vez impresionante desde el punto de vista sentimental: PESTO.
Federico Della Porta: Gracias por dejarme formar parte de este hermoso equipo me siento orgulloso y triste pero esto es futbol hasta siempre Pesto
Sebastián García: va a ser raro no verlos el sabado (y no tengo nada mas para decir, soy fiel a mi estilo de pocas palabras)
Juan Pardo: Gracias totales, Pesto
Andrés Adúriz: Esto es fútbol y a veces se pierde. Pero la mejor manera de perder, es con un jugador de Pesto a cada lado. Federico Della Porta, Jonathan Saint Martin, Sebastián Garcáa, Santi Nuñez, Juan Pardo, Lucas Soule, Juanchi Manes e Iván Racioppi, gracias por caer conmigo.
Lucas Soule: (referido al comentario de Adúriz)
estamos tanto en las buenas como en las malas papá
sabés que siempre te banco y siempre te bancaré y como dijo Fede
si uno se equivoca, nos equivocamos todos, si uno hace un gol , lo hacemos todos
porque somos todos uno
Porque pesto para mi es un sentimientoooo.. que no se explica, se lleva adentro
Juanchi Manes: orgulloso de ser de Pesto... gracias Andrés Adúriz, Juan Pardo, Federico Della Porta, Jonathan Saint Martin, Lucas Soule, Santi Nuñez, Seba García e hinchas. Aguante pesto carajo, con vos en la buenas y en las malas
Santi Nuñez: (antes del partido, pero igual cuenta)
La verdad... cada dia entiendo menos como se usa esto de facebook, pero bueno aca estoy para intentarlo. Pensaba mucho en casa y llegue a la conclusion de que este equipo posta me emociona. Pocas veces vi algo igual, peor ese sentimiento verdinegro que es tan grande como poco comun genera cosas inesperadas. Porque esto no es soloo un equipo de ... Ver másfutbol y eso cada dia queda mas claro. Esto es algo diferente, algo distinto, que con pocas cosas puede compararse y con ninguna palabra puede definirse, o quizas si puede, utilizando una palabra grave desde el punto de vista semántico/morfológico, pero a la vez impresionante desde el punto de vista sentimental: PESTO.
Federico Della Porta: Gracias por dejarme formar parte de este hermoso equipo me siento orgulloso y triste pero esto es futbol hasta siempre Pesto
Sebastián García: va a ser raro no verlos el sabado (y no tengo nada mas para decir, soy fiel a mi estilo de pocas palabras)
Juan Pardo: Gracias totales, Pesto
Uno x Uno
Creo que nadie va a objetar que no incluya detalles del partido ni de las actuaciones puntuales de cada uno. Sin embargo quería darle las gracias a:
Lucas Soule: por haberse adapatado siempre a las necesidades del equipo, tanto cuando lo llamaron como arquero como cuando lo necesitaron en el banco dirigiendo a los jugadores.
Juanchi Manes: por haber hecho lo posible por disputar el torneo más allá de ya estar jugando en el lejano predio de Flandria. Queda claro que no quedan rencores por las veces que no pudiste estar, no solo por tener la seguridad de Lucas como reemplazo, si no porque entendemos perfectamente tu decisión.
Fede della Porta: por habernos levantado del piso cuando no teníamos consuelo alguno: "saquense la pechera, esta es la que vale". Además, por haber transportado durante todo el torneo el estandarte del sacrificio y los huevos que tanto nos motivaba (a algunos aunque sea).
Jony Saint Martin: por jugar más allá de cualquier dolor que podía llegar a tener y por aportar siempre esa calidad en la cancha y esa confianza en el grupo que nos hacía creer en nosotros mismos
Santi Nuñez: por darnos tantas alegrias con sus goles y por apoyar siempre y priorizar el grupo humano que se formó en esta epopeya que nos tocó vivir
Seba García: por deleitarnos con sus gambetas y sus cortes de pelos, a pesar de que nunca se quería quedar a comentar sus grandes jugadas. Desde ya que también agradezco que me valorizes siendo mi dupla de ataque
Juan Pardo: por tantas risas en el colegio, tanta actitud en la cancha y por ayudarme (con jony) a romperle las bolas a todos los que se dignaron a venir. Sos de los que lleva el espíritu de Pesto con más sentimiento.
Iván Racioppi: por haber acudido cuando lo llamamos y por haberse comprometido (aunque sea parcialmente jaja) con el equipo. Gracias por el aguante y yo te doy las gracias particularmente por la fe que me tenías.
También a todos aquellos que sustituyeron sus actividades del sábado a la tarde (que seguramente tenían más atractivo que Freire) para irnos a alentar. No saben cuanto significó para nosotros su apoyo a lo largo de este torneo, realmente nos hicieron disfrutarlo más de la cuenta. Por esto, gracias a:
Lau Meincke, Feli Keclach, Sole Llana, Nicky Manes, Lea, Mechi Molina, Jose Douton, Flor Suarez, Andre Nowo, Paloma Dulbecco, Maria Laura, Melu Franco, Sofi Rivas, Shirly, Flor Chmelik, Flor Lobodá, Ludmila Chele (las damas primero, en orden de presencias) y a:
Santi Bravo, Pavel, Manu Pujó, Nacho, Augusto, Gadi, Gonzo, Cassinoti, y mención especial para Rafa Pardo que supo dar un paso al costado cuando lo creyó necesario y siguió viniendo a apoyar al equipo fechas después.
Espero no estar olvidandome de nadie, si lo hice, mil perdones; y nuevamente gracias a todos aquellos que hicieron de Pesto realmente más que un equipo. Porque no sólo ahora perdimos el torneo, si no que también perdimos la amada rutina de encontrarnos los sábados a jugar, divertirnos y encontrarnos con todos los que le tiene cariño al equipo.
Gracias a todos, en serio, gracias.
Lucas Soule: por haberse adapatado siempre a las necesidades del equipo, tanto cuando lo llamaron como arquero como cuando lo necesitaron en el banco dirigiendo a los jugadores.
Juanchi Manes: por haber hecho lo posible por disputar el torneo más allá de ya estar jugando en el lejano predio de Flandria. Queda claro que no quedan rencores por las veces que no pudiste estar, no solo por tener la seguridad de Lucas como reemplazo, si no porque entendemos perfectamente tu decisión.
Fede della Porta: por habernos levantado del piso cuando no teníamos consuelo alguno: "saquense la pechera, esta es la que vale". Además, por haber transportado durante todo el torneo el estandarte del sacrificio y los huevos que tanto nos motivaba (a algunos aunque sea).
Jony Saint Martin: por jugar más allá de cualquier dolor que podía llegar a tener y por aportar siempre esa calidad en la cancha y esa confianza en el grupo que nos hacía creer en nosotros mismos
Santi Nuñez: por darnos tantas alegrias con sus goles y por apoyar siempre y priorizar el grupo humano que se formó en esta epopeya que nos tocó vivir
Seba García: por deleitarnos con sus gambetas y sus cortes de pelos, a pesar de que nunca se quería quedar a comentar sus grandes jugadas. Desde ya que también agradezco que me valorizes siendo mi dupla de ataque
Juan Pardo: por tantas risas en el colegio, tanta actitud en la cancha y por ayudarme (con jony) a romperle las bolas a todos los que se dignaron a venir. Sos de los que lleva el espíritu de Pesto con más sentimiento.
Iván Racioppi: por haber acudido cuando lo llamamos y por haberse comprometido (aunque sea parcialmente jaja) con el equipo. Gracias por el aguante y yo te doy las gracias particularmente por la fe que me tenías.
También a todos aquellos que sustituyeron sus actividades del sábado a la tarde (que seguramente tenían más atractivo que Freire) para irnos a alentar. No saben cuanto significó para nosotros su apoyo a lo largo de este torneo, realmente nos hicieron disfrutarlo más de la cuenta. Por esto, gracias a:
Lau Meincke, Feli Keclach, Sole Llana, Nicky Manes, Lea, Mechi Molina, Jose Douton, Flor Suarez, Andre Nowo, Paloma Dulbecco, Maria Laura, Melu Franco, Sofi Rivas, Shirly, Flor Chmelik, Flor Lobodá, Ludmila Chele (las damas primero, en orden de presencias) y a:
Santi Bravo, Pavel, Manu Pujó, Nacho, Augusto, Gadi, Gonzo, Cassinoti, y mención especial para Rafa Pardo que supo dar un paso al costado cuando lo creyó necesario y siguió viniendo a apoyar al equipo fechas después.
Espero no estar olvidandome de nadie, si lo hice, mil perdones; y nuevamente gracias a todos aquellos que hicieron de Pesto realmente más que un equipo. Porque no sólo ahora perdimos el torneo, si no que también perdimos la amada rutina de encontrarnos los sábados a jugar, divertirnos y encontrarnos con todos los que le tiene cariño al equipo.
Gracias a todos, en serio, gracias.
Mal Bicho(s)
Pesto se enfrentó el sábado frente a su histórico rival y lamentablemente fue ampliamente superados y no pudo avanzar hacia las semifinales. El partido fue intenso y en el primer tiempo el resultado pudo haber sido distinto al 1-3 a favor de Bichos, sin embargo, los de negro y rojo supieron aprovechar las pocas oportunidades de las que dispusieron y sus golpes tuvieron el timing perfecto para evitar la levantada verdinegra.
El resultado final fue 8-3 a favor de Bichos y así a Pesto se le terminó el sueño de campeón que venía acarreando desde el principio del torneo. Queda el consuelo de saber que se llegó más lejos que todos los que nos ganaron en la fase de grupos, más de poco sirve ante esta herida que todavía sigue abierta para algunos. Será cuestión de paciencia y de armarse de la mejor manera para tomar revancha en el torneo a venir.
El resultado final fue 8-3 a favor de Bichos y así a Pesto se le terminó el sueño de campeón que venía acarreando desde el principio del torneo. Queda el consuelo de saber que se llegó más lejos que todos los que nos ganaron en la fase de grupos, más de poco sirve ante esta herida que todavía sigue abierta para algunos. Será cuestión de paciencia y de armarse de la mejor manera para tomar revancha en el torneo a venir.
lunes, 5 de julio de 2010
Histórico
Con los ánimos por el piso luego de concluido el partido entre Argentina y Alemania, los jugadores de Pesto partieron hacia Freire, con la ilusión de transformar lo que parecía una tarde fatídica en una tarde no tan mala. Sabían que para eso debían dejar la vida ante el poderoso 8.40, rival al que ya habían derrotado el año pasado por la minima diferencia.
El partido arranco duro, los dos equipos sabían que jugaban a todo o nada y lo demostraban en la cancha, dejando la vida en cada pelota. El primero en abrir el marcador fue 8.40, en una jugada individual de Juano, su número 11, que desbordó y fusiló con su pierna izquierda al guardameta verdinegro. A partir de ese gol, Pesto se apoderó del balón y, con el ingreso de Manuel Pujó (de destacable actuación), dominó el resto del primer tiempo. El empate llegó por intermedio de Santi Nuñez, quien logró capturar el rebote del arquero tras el remate de Seba García y de esa forma empatar el partido. Luego Pesto reflejaría su dominio en el marcador con dos tantos de Manu Pujó, el primero de rebote y el segundo con una volea espectacular que dejó sin chances al Uno rival. Con este resultado, finalizaron los primeros 20’.
El segundo tiempo arrancó, al igual que en la primera etapa, muy trabado. Sin embargo, Juanchi Manes, que no tuvo su mejor tarde, decidió sacar una contra rápida, y cuando Seba perdió la pelota, Tincho, la figura de 8.40, puso el partido 3 a 2. Los de rosa se venían y Pesto se defendía como podía, tratando de cuidar la pelota y de liquidarlo de contra. En un córner a favor, el verdinegro ejecutó su jugada característica: aquella en la que todo el equipo pica hacia el área y el arquero, Juanchi Manes, aparece por atrás y saca su fierrazo; pero el árbitro decidió anular la jugada (de todas formas el remate del Uno pego en el travesaño y se perdió por línea de fondo). El pito hizo reiterar el saque de esquina, y esta vez la jugada salió al revés. Anunciados los de 8.40 del buen remate del arquero verdinegro, cubrieron el pase atrás y se olvidaron de marcar el área, donde apareció Seba desmarcado y amplió la ventaja para Pesto. Sin embargo, 8.40 no se dio por vencido y se la jugó al todo o nada… Y le salió bien. En un aluvión de jugadas logró dar vuelta el marcador, poniendo el partido 5-4 a su favor. Parecía que Pesto estaba perdido, pero como es costumbre en su historia, nunca hay que darlo por muerto. A poco del final, nuevamente Seba García puso en tablas el partido. 5-5 final y penales.
Como no podía ser de otra forma, Pesto estaba condenado a sufrir. A pedido del uno verdinegro, los penales se ejecutaron en el arco donde atrás estaban los aficionados de ambos equipos (cabe aclarar que ambos equipos llevaron una buena cantidad de público). Santi Nuñez empezó la serie de penales con un buen remate a la derecha del arquero y puso a Pesto 1-0 arriba. Luego Tincho, el 10 rival, pateó fuerte y a la derecha, pero Juanchi Manes logró detener el remate. Después sería el turno de Seba, Manu y Fede, tres que se encargarían de convertir sus tiros (alguno con suspenso). Por el lado de 8.40 ocurrió lo mismo, todos convirtieron su penal y llegamos a la quinta y definitiva ejecución desde los ¿10? pasos con el marcador 4-3 a favor de Pesto. Era el turno de Juanchi Manes, y, como quizás algún pesimista había presagiado, su tiro fue contenido por el portero rival. Luego el mismo que acaba de darle vida a los de rosa convertiría su penal e instauraba las tablas y el alargue de la tanda. Nuevamente Santi Nuñez se hizo cargo del penal y no falló. Tincho debía convertir si quería dejar con vida a 8.40. Sin embargo, esta vez no fue Juanchi Manes el que impidió el gol, sino el propio Tincho que lo desvío. Y de esta forma, Pesto, con mucho sufrimiento, pasó a cuartos de final y comienza a ilusionar a sus aficionados con darles mayores alegrías.
Por Juanchi Manes, corrección de Andrés Adúriz.
El partido arranco duro, los dos equipos sabían que jugaban a todo o nada y lo demostraban en la cancha, dejando la vida en cada pelota. El primero en abrir el marcador fue 8.40, en una jugada individual de Juano, su número 11, que desbordó y fusiló con su pierna izquierda al guardameta verdinegro. A partir de ese gol, Pesto se apoderó del balón y, con el ingreso de Manuel Pujó (de destacable actuación), dominó el resto del primer tiempo. El empate llegó por intermedio de Santi Nuñez, quien logró capturar el rebote del arquero tras el remate de Seba García y de esa forma empatar el partido. Luego Pesto reflejaría su dominio en el marcador con dos tantos de Manu Pujó, el primero de rebote y el segundo con una volea espectacular que dejó sin chances al Uno rival. Con este resultado, finalizaron los primeros 20’.
El segundo tiempo arrancó, al igual que en la primera etapa, muy trabado. Sin embargo, Juanchi Manes, que no tuvo su mejor tarde, decidió sacar una contra rápida, y cuando Seba perdió la pelota, Tincho, la figura de 8.40, puso el partido 3 a 2. Los de rosa se venían y Pesto se defendía como podía, tratando de cuidar la pelota y de liquidarlo de contra. En un córner a favor, el verdinegro ejecutó su jugada característica: aquella en la que todo el equipo pica hacia el área y el arquero, Juanchi Manes, aparece por atrás y saca su fierrazo; pero el árbitro decidió anular la jugada (de todas formas el remate del Uno pego en el travesaño y se perdió por línea de fondo). El pito hizo reiterar el saque de esquina, y esta vez la jugada salió al revés. Anunciados los de 8.40 del buen remate del arquero verdinegro, cubrieron el pase atrás y se olvidaron de marcar el área, donde apareció Seba desmarcado y amplió la ventaja para Pesto. Sin embargo, 8.40 no se dio por vencido y se la jugó al todo o nada… Y le salió bien. En un aluvión de jugadas logró dar vuelta el marcador, poniendo el partido 5-4 a su favor. Parecía que Pesto estaba perdido, pero como es costumbre en su historia, nunca hay que darlo por muerto. A poco del final, nuevamente Seba García puso en tablas el partido. 5-5 final y penales.
Como no podía ser de otra forma, Pesto estaba condenado a sufrir. A pedido del uno verdinegro, los penales se ejecutaron en el arco donde atrás estaban los aficionados de ambos equipos (cabe aclarar que ambos equipos llevaron una buena cantidad de público). Santi Nuñez empezó la serie de penales con un buen remate a la derecha del arquero y puso a Pesto 1-0 arriba. Luego Tincho, el 10 rival, pateó fuerte y a la derecha, pero Juanchi Manes logró detener el remate. Después sería el turno de Seba, Manu y Fede, tres que se encargarían de convertir sus tiros (alguno con suspenso). Por el lado de 8.40 ocurrió lo mismo, todos convirtieron su penal y llegamos a la quinta y definitiva ejecución desde los ¿10? pasos con el marcador 4-3 a favor de Pesto. Era el turno de Juanchi Manes, y, como quizás algún pesimista había presagiado, su tiro fue contenido por el portero rival. Luego el mismo que acaba de darle vida a los de rosa convertiría su penal e instauraba las tablas y el alargue de la tanda. Nuevamente Santi Nuñez se hizo cargo del penal y no falló. Tincho debía convertir si quería dejar con vida a 8.40. Sin embargo, esta vez no fue Juanchi Manes el que impidió el gol, sino el propio Tincho que lo desvío. Y de esta forma, Pesto, con mucho sufrimiento, pasó a cuartos de final y comienza a ilusionar a sus aficionados con darles mayores alegrías.
Por Juanchi Manes, corrección de Andrés Adúriz.
domingo, 4 de julio de 2010
Sigan Mamando
Ante todos los pronósticos pre-torneo, Pesto se ubicó entre los 8 mejores del certamen y sigue en la carrera por el título. A pesar de que el equipo llegó averiado, con las ausencias de Jony Saint Martin por suspensión y la de Adúriz por enfermedad, sumado a la lesión en la rodilla que condicionó a Santi Nuñez durante todo el partido, el 7 envió un reemplazante de lujo que terminó erigiéndose como la figura: Manuel Pujó. El encuentro fue a pura emoción, con giros en el marcador y definición desde los ¿10? pasos al final. El resultado fue 5-5 y 5-4 en los penales. Santi Nuñez, Seba García en dos ocasiones y lo mismo para Manu Pujó los tantos. En los penales, conviertieron los autores de los goles (el 11 por dos) y Fede della Porta (puro sacrificio). El portero Manes desvío el primer tiro rival y su propio disparo.
jueves, 1 de julio de 2010
Sangre Verdinegra
La hora se aproxima. El primer objetivo del semestre se cumplió y con creces: la meta era clasificar, y pasamos a la segunda fase entre los primeros cuatro, lo cual era casi impensando en la mente de cualquier allegado al equipo. Ahora sólo resta el desafío, lo nuevo, lo que este equipo nunca disputó: su primer final. Su primer partido que si pierde, pierde todo. Por eso, ahora más que nunca, hay que sacar a relucir esa sangre verdinegra que corre sólo por nuestas venas; que nos hace distintos, que nos hace, en algunos aspectos, mejores. Es el momento de demostrar porqué sólo nosotros estuvimos a un minuto de ganar un partido con un jugador menos, haciendo dos goles en dicha situacion; y porque sólo nosotros ganamos un partido después del durísimo golpe anímico de que nos empaten una ventaja de tres, entre tantas otras cosas.
Es hora, de demostrar quiénes somos, porqué estamos acá y hasta adónde vamos a llegar. Es hora, de demostrar lo que significa usar una banda verde a la derecha del corazón.
Pesto F.C.: Un equipo, un sentimiento, una pasión
Es hora, de demostrar quiénes somos, porqué estamos acá y hasta adónde vamos a llegar. Es hora, de demostrar lo que significa usar una banda verde a la derecha del corazón.
Pesto F.C.: Un equipo, un sentimiento, una pasión
miércoles, 30 de junio de 2010
Nuevo torneo
Dicen que en los octavos empieza otro mundial, y yo creo que acá pasa lo mismo. De ahora en más, es ganar o perder, sin especulaciones, sin empates, sin nada: es matar o morir.
Es matar, porque es eliminar al otro y seguir creciendo, seguir con chances de llegar al final. Y es morir, porque es ponerle un fin a este gran torneo que venimos haciendo.
El sábado, no hay margen de error. El sábado, ganamos o ganamos. El sábado, hacemos historia.
Es matar, porque es eliminar al otro y seguir creciendo, seguir con chances de llegar al final. Y es morir, porque es ponerle un fin a este gran torneo que venimos haciendo.
El sábado, no hay margen de error. El sábado, ganamos o ganamos. El sábado, hacemos historia.
viernes, 18 de junio de 2010
Latidos
Recién era lunes, y la ansiedad ya le traía problemas para dormir. A penas comenzaba la semana y él ya estaba soñando despierto con el evento del sábado, aquel que él estaba seguro que marcaría su estado de ánimo, al menos, hasta septiembre del año corriente. El martes tampoco pudo evitar que su mente divague en fantasías, haciéndolo incapaz de conciliar el sueño por la noche. Al día siguiente ni siquiera la noticia de un nuevo miembro en la familia logró desviar el camino de sus pensamientos. El jueves la excitación podía verse reflejada en su rostro en todo momento y se notaba que su corazón se movía a un ritmo más acelerado del regular. Ni bien comenzó el viernes, su cabeza se rehusaba a dejar entrar cualquier tipo de información; tratar de comunicarse con él era en vano y sólo fuertes sacudidas podían traerlo de vuelta al mundo real, aunque sea por unos breves instantes. La noche de ese mismo día siguió el curso lógico de los eventos: la noche fue interminable, su imaginación dibujó alrededor de quince distintos desenlaces para la situación y su corazón latía cada vez más fuerte.
Levantose inconsciente de lo que hacía. Comenzó su rutina diaria sin noción alguna de ella. Preparose para salir y lo hizo cuanto antes, llegando antes que el resto. Sentose en el vestuario solitario, ensimismado con sus pensamientos y preocupado por el constante movimiento de su órgano vital que parecía incluso estar acercándose a su garganta. Esperó por la llegada de sus compañeros y comenzó a cambiarse. En el momento en que sacó la casaca de su bolso, su sangre comenzó a bombearse al doble de la velocidad que ya venía teniendo. Calzósela junto con el pantalón y los botines y se dispuso a salir a la cancha. Sin embargo el, ya a esta altura, dolor en su pecho le hizo replantearse las cosas dos veces: así no iba a poder jugar. Esperó a que los otros jugadores abandonasen el vestuario y mirose al espejo detenidamente. Era su destino, era su momento; no podía perdérselo. Decidió ceder ante la presión de su corazón y empujó con toda su voluntad al mismo hacia arriba; y luego, en un esfuerzo aún mayor, lo expulsó a través de su garganta. Atajolo y mirolo atentamente por unos instantes: así era mejor. Finalmente salió a la cancha junto al resto de sus compañeros, con el corazón latiendo en su mano más fuerte que nunca.
Levantose inconsciente de lo que hacía. Comenzó su rutina diaria sin noción alguna de ella. Preparose para salir y lo hizo cuanto antes, llegando antes que el resto. Sentose en el vestuario solitario, ensimismado con sus pensamientos y preocupado por el constante movimiento de su órgano vital que parecía incluso estar acercándose a su garganta. Esperó por la llegada de sus compañeros y comenzó a cambiarse. En el momento en que sacó la casaca de su bolso, su sangre comenzó a bombearse al doble de la velocidad que ya venía teniendo. Calzósela junto con el pantalón y los botines y se dispuso a salir a la cancha. Sin embargo el, ya a esta altura, dolor en su pecho le hizo replantearse las cosas dos veces: así no iba a poder jugar. Esperó a que los otros jugadores abandonasen el vestuario y mirose al espejo detenidamente. Era su destino, era su momento; no podía perdérselo. Decidió ceder ante la presión de su corazón y empujó con toda su voluntad al mismo hacia arriba; y luego, en un esfuerzo aún mayor, lo expulsó a través de su garganta. Atajolo y mirolo atentamente por unos instantes: así era mejor. Finalmente salió a la cancha junto al resto de sus compañeros, con el corazón latiendo en su mano más fuerte que nunca.
miércoles, 16 de junio de 2010
La ¿Dulce? Espera
Desafortunadamente, y a causa de la gran cantidad de partidos pendientes que dejó la fase de grupos, el encuentro previsto para el sábado 19/6/10 será postergado cuanto menos una semana.
Si bien es cierto que lo bueno se hace esperar, también es cierto que el que espera, desespera; y francamente yo estoy más inclinado por la segunda (y me animo a decir que no soy el único).
Ahora no queda más remedio que la paciencia, esperando que la ansiedad no nos consuma.
También escuché en algún momento de mi vida, persevera y triunfarás. Por eso mismo muchachos, no nos desalentemos ahora, arriba el ánimo, perseveremos y triunfemos; que la gloria, por más que parezca alejarse, está cada vez más cerca.
P.D.: Hernán, la que te parió.
Si bien es cierto que lo bueno se hace esperar, también es cierto que el que espera, desespera; y francamente yo estoy más inclinado por la segunda (y me animo a decir que no soy el único).
Ahora no queda más remedio que la paciencia, esperando que la ansiedad no nos consuma.
También escuché en algún momento de mi vida, persevera y triunfarás. Por eso mismo muchachos, no nos desalentemos ahora, arriba el ánimo, perseveremos y triunfemos; que la gloria, por más que parezca alejarse, está cada vez más cerca.
P.D.: Hernán, la que te parió.
domingo, 13 de junio de 2010
Cortitas y al pie
Invictus: A pesar de sentirse mal, Lau Meincke presenció el último partido de la fase de grupos y terminó con un récord perfecto de asistencia dicha instancia. Épico.
Lea el Marcos: Las profesoras de Psicología y de Producción del Mensaje del lengüitas (le segunda acompañada por su pareja), hicieron el esfuerzo de venir a ver a sus queridos alumnos jugar tras el partido de la selección nacional. Muchas gracias a Leonilda Refolo (alias "Lea") y a María Laura Marcos.
Redención: Tras la ausencia sin aviso del partido pasado, Feli Keclach se levantó, tras perderse el partido albiceleste, para venir a Freire a ver al verdadero equipo que le mueve el corazón, según sus propias palabras.
La necesidad no tolera tardanzas...: pero más vale tarde que nunca. Un grupo de simpatizantes verdinegros, entre ellos la conocida Jose Douton, llegaron al predio una vez que el partido había finalizado, pero habiendo hecho el sacrificio de dormir dos horas. Lo que vale es la intención.
La verdadera hincha oficial: Nicky Manes ya puso en marcha su plan para hacerse con una camiseta del equipo con el número 12 y su nombre en la espalda. La primer pregunta que surge es si la va a poder usar en Freire, ya que todo el torneo puede culimnar en la próxima fecha, y la segunda es hasta dónde puede llegar el fanatismo por la verde y negra. Por ahora, esto es lo más lejos a lo que llegó. Felicitaciones.
Como siempre: Pablito Cáceres y Santi Bravo volvieron a aparecer en Freire 761, como acostumbran a hacer. El hogar del rubio simpatizante, pasó a ser oficializado como la sede del equipo. Gracias por venir muchachos, los esperamos la próxima.
Lo último que se pierde: es la esperanza. Jony Saint Martin, tras la expulsión, habló con el árbitro quien le dijo que no le iba a dar fecha libre. Sin embargo, la decisión recala en Hernán, quien sin haber hablado con el referí dijo que el número 3 no iba a jugar la fecha siguiente. ¿Qué será, será?
Lea el Marcos: Las profesoras de Psicología y de Producción del Mensaje del lengüitas (le segunda acompañada por su pareja), hicieron el esfuerzo de venir a ver a sus queridos alumnos jugar tras el partido de la selección nacional. Muchas gracias a Leonilda Refolo (alias "Lea") y a María Laura Marcos.
Redención: Tras la ausencia sin aviso del partido pasado, Feli Keclach se levantó, tras perderse el partido albiceleste, para venir a Freire a ver al verdadero equipo que le mueve el corazón, según sus propias palabras.
La necesidad no tolera tardanzas...: pero más vale tarde que nunca. Un grupo de simpatizantes verdinegros, entre ellos la conocida Jose Douton, llegaron al predio una vez que el partido había finalizado, pero habiendo hecho el sacrificio de dormir dos horas. Lo que vale es la intención.
La verdadera hincha oficial: Nicky Manes ya puso en marcha su plan para hacerse con una camiseta del equipo con el número 12 y su nombre en la espalda. La primer pregunta que surge es si la va a poder usar en Freire, ya que todo el torneo puede culimnar en la próxima fecha, y la segunda es hasta dónde puede llegar el fanatismo por la verde y negra. Por ahora, esto es lo más lejos a lo que llegó. Felicitaciones.
Como siempre: Pablito Cáceres y Santi Bravo volvieron a aparecer en Freire 761, como acostumbran a hacer. El hogar del rubio simpatizante, pasó a ser oficializado como la sede del equipo. Gracias por venir muchachos, los esperamos la próxima.
Lo último que se pierde: es la esperanza. Jony Saint Martin, tras la expulsión, habló con el árbitro quien le dijo que no le iba a dar fecha libre. Sin embargo, la decisión recala en Hernán, quien sin haber hablado con el referí dijo que el número 3 no iba a jugar la fecha siguiente. ¿Qué será, será?
Uno x Uno
Juanchi Manes: Imprudente. Se pudo haber ido expulsado en un partido que valía poco y nada y de esa manera perderse el partido que lo vale todo. En cuanto a su actuación, si bien no fue mala, conociendo sus grandes habilidades, se podía esperar más.
Jony Saint Martin: Al igual que el uno, le faltó frialdad y por eso vio la roja y hay una buena chance de que se pierda lo que hasta ahora, es el partido más importante del semestre. En cuanto a su juego, irreprochable. Solidez abajo, salida y poder ofensivo.
Santi Nuñez: Arrancó abajo y fue salida constante. Cuando le tocó estar arriba, siempre generó peligro y logró hacerse un hueco en el marcador antes de salir lesionado. Esperamos, más bien rezamos, por que te mejores.
Andrés Adúriz: Volvió a ser el delantero de las primeras fechas. A pesar de no haber tenido un buen primer tiempo, después del gol ganó confianza y claridad, y se terminó ganando la Pepsi de figura del partido, a criterio del árbitro.
Seba García: Como lo había hecho en el pasado, logró encontrarse con el número 7 y genera juanto a él el vértigo que saben generar. Rápido y ágil como pocos, se ocupó de la labor ofensiva y estuvo afilado para abultar el marcador en dos ocasiones.
Juan Pardo: Otro que mostró su mejor faceta. Correcto tanto en defensa como en ataque, devolviendo varias paredes y detiendo otras tantas rivales. No le pesó manejarse abajo y cuando se jugó con un hombre menos gestó la contra del 6-5. Muy bien.
Jony Saint Martin: Al igual que el uno, le faltó frialdad y por eso vio la roja y hay una buena chance de que se pierda lo que hasta ahora, es el partido más importante del semestre. En cuanto a su juego, irreprochable. Solidez abajo, salida y poder ofensivo.
Santi Nuñez: Arrancó abajo y fue salida constante. Cuando le tocó estar arriba, siempre generó peligro y logró hacerse un hueco en el marcador antes de salir lesionado. Esperamos, más bien rezamos, por que te mejores.
Andrés Adúriz: Volvió a ser el delantero de las primeras fechas. A pesar de no haber tenido un buen primer tiempo, después del gol ganó confianza y claridad, y se terminó ganando la Pepsi de figura del partido, a criterio del árbitro.
Seba García: Como lo había hecho en el pasado, logró encontrarse con el número 7 y genera juanto a él el vértigo que saben generar. Rápido y ágil como pocos, se ocupó de la labor ofensiva y estuvo afilado para abultar el marcador en dos ocasiones.
Juan Pardo: Otro que mostró su mejor faceta. Correcto tanto en defensa como en ataque, devolviendo varias paredes y detiendo otras tantas rivales. No le pesó manejarse abajo y cuando se jugó con un hombre menos gestó la contra del 6-5. Muy bien.
sábado, 12 de junio de 2010
Desenfrenados
En una tarde a puro gol y emoción, con un público considerable y particular, Pesto ganó un partido realmente vibrante pero perdió, por no controlarse, lo único que tenía para perder: jugadores. Jony Saint Martin se fue expulsado por empujar a un rival y Juanchi Manes estuvo al borde al cometer una grosera mano afuera del área. De esta manera, el equipo terminó la fase de grupos con una victoria y con un soldado menos. Adúriz x3, Seba García x2, Santi Nuñez, Jony Saint Martin y Juanchi Manes marcaron los tantos del 8-6 final.
A pesar del horario que nos puso Hernán, el primero de la jornada, el más cercano al partido mundialista que esperamos por 4 años, todos llegamos temprano; incluso desde Beccar. Hasta los hinchas, en su mayoría, llegaron a horario y también los rivales, que algunos temían que no se presenten a tiempo ya que no peleaban por nada. Finalmente, contra la mayoría de los pronósticos, el partido comenzó en tiempo y forma, sin la presencia de Fede della Porta por la expulsión de la jornada anterior.
El partido arrancó parejo y aburrido. Sin muchas ideas de ambos lados, fue Desordenados el primero en golpear con un fierrazo desde el lateral que Juanchi nada pudo hacer para evitar que infle la red. Sin embargo, poco tiempo después a través de un córner sería el propio arquero el que marcaría el empate transitorio con un tiro rasante y colocado desde lejos. 1-1 y el partido empezaba a tener emoción y menos imprecisiones. A pesar de esto, en una salida del reciente autor del gol en la que no encontró ningún destinatario claro para la redonda, el uno decidió salir del arco casi hasta la mitad de cancha e imprudentemente detuvo la pelota con la mano cuando los rivales anticiparon su pase y dispararon a puerta, lo cual le pudo haber costado la roja, pero que fue castigado, incorrectamente y por suerte, con amarilla. Con el correr de los minutos, Pesto fue encontrando la manera de crear peligro, generalmente a través de jugadas colectivas que desperdiciaron Pardo y Adúriz y un tiro lejano de Saint Martin. Pero a pesar de esto, el rival se pondría nuevamente en ventaja mediante un tiro libre ycon afortunado desvío en la barrera.
Y cuando caía el telón del primer acto, arrancó otro partido: Adúriz despertó del sueño profundo que acarreaba hace unas cuantas fechas y se sacó la mufa colocando en el ángulo una pelota que había quedado boyando cerca del área. Empate y desahogo para el delantero, que, al minuto siguiente, recuperaría una pelota en ataque y se la cedería a Seba García, con quién se encontró varias veces a lo largo del partido, para que defina el 3-2 parcial justo antes de que suene el silbato del medio tiempo.
El complemento fue, como mencioné antes, otro partido. Desde el inicio tuvo llegadas claras y abundantes e idas y vueltas en el marcador que duraron hasta el final. Primero, la incorrecta sanción de una mano afuera del área (en la cual todos temimos por la expulsión del uno), terminó en empate tras su ejecución en forma de centro atrás al área y la definición colocada de un delantero. Sería Santi Nuñez esta vez el encargado de poner el trámite 4-3 con complicidad del arquero que no pudo evitar mandar la pelota adentro, luego de que esta impacte el poste y vuelva hacia su espalda. Nuevamente, tras una desatención de Adúriz en un lateral, llegaría la paridad de Desordenados que seguía con esta tendencia de ida y vuelta que hacáa al partido tan emocionante. Afortunadamente, el equipo no tardó en reaccionar y fue el turno de Jony Saint Martin de marcar para poner las cosas 5-4, tras un pase al medio y una definición a contra pierna del arquero. Como no podía ser de otro forma, los rivales llegaron otra vez a la igualdad con un tiro potente que el uno verdinegro llegó a desviar, mas no a evitar que ingrese. Y después de eso, llegaría el gran error del partido: el número 3, el autor del último gol de Pesto en lo que iba del partido, cedió ante la provocación de un rival que lo pisó y le pateó la tibia, y vio la roja (al igual que el infractor) tras empujarlo en actitud desafiante. Así, tal y como el partido anterior, el verdinegro se quedaba con un jugador menos, con la excepción de que los contrincantes también.
Dado que minutos antes Santi Nuñez se había retirado de la cancha por un golpe en la rodilla, el resto del partido quedó en manos de Juan Pardo, Seba García y Andrés Adúriz, que se encargarían de evitar la repartija de puntos. Poco después del incidente, el trío se encargaría de quebrar el empate transitorio luego de que el 9 robe una pelota y se la ceda al 7, quien en lugar de definir el mano a mano, optó por cederle la pelota al número 8 para que defina con el arco casi vacío. Luego, los roles se invertirían y sería el turno de Adúriz de definir casi sin resistencia, tras un pase de García. Cuando el partido parecía liquidado, gracias a la resistencia que sostenían los tres protagonistas, principalmente Juan Pardo, llegó un nuevo gol de Desordenados tras un rebote bastante extraño que se clavó en la ratonera de Juanchi Manes. Sobre el final, y para ponerle cifras definitivas al encuentro, Adúriz remataría al palo, tras otra jugada colectiva, y el arquero, por segunda ocasión, sería el encargado de que la pelota entre en contacto con la red tras hacerla rebotar en su cuerpo.
Y así sin más, Pesto terminó la fase de grupos con una victoria, que si bien en la tabla no sirve de mucho, es un buen envion anímico. Sin embargo, como remarqué al principio, perdió lo único que tenía para perder, que en definitiva es quizás más importante que el lado positivo. Por sobre todo, queda esta sensación de que no queremos aprender la lección, ya que de los últimos 4 partidos, tuvimos expulsados en tres (y eso que en el entretiempo hablamos de cuidarnos...).
No obstante, lo hecho, hecho está y ahora no queda más que mirar para adelante. Nos esperan los octavos, o más bien nosotros los esperamos a ellos, y con ansias.
A pesar del horario que nos puso Hernán, el primero de la jornada, el más cercano al partido mundialista que esperamos por 4 años, todos llegamos temprano; incluso desde Beccar. Hasta los hinchas, en su mayoría, llegaron a horario y también los rivales, que algunos temían que no se presenten a tiempo ya que no peleaban por nada. Finalmente, contra la mayoría de los pronósticos, el partido comenzó en tiempo y forma, sin la presencia de Fede della Porta por la expulsión de la jornada anterior.
El partido arrancó parejo y aburrido. Sin muchas ideas de ambos lados, fue Desordenados el primero en golpear con un fierrazo desde el lateral que Juanchi nada pudo hacer para evitar que infle la red. Sin embargo, poco tiempo después a través de un córner sería el propio arquero el que marcaría el empate transitorio con un tiro rasante y colocado desde lejos. 1-1 y el partido empezaba a tener emoción y menos imprecisiones. A pesar de esto, en una salida del reciente autor del gol en la que no encontró ningún destinatario claro para la redonda, el uno decidió salir del arco casi hasta la mitad de cancha e imprudentemente detuvo la pelota con la mano cuando los rivales anticiparon su pase y dispararon a puerta, lo cual le pudo haber costado la roja, pero que fue castigado, incorrectamente y por suerte, con amarilla. Con el correr de los minutos, Pesto fue encontrando la manera de crear peligro, generalmente a través de jugadas colectivas que desperdiciaron Pardo y Adúriz y un tiro lejano de Saint Martin. Pero a pesar de esto, el rival se pondría nuevamente en ventaja mediante un tiro libre ycon afortunado desvío en la barrera.
Y cuando caía el telón del primer acto, arrancó otro partido: Adúriz despertó del sueño profundo que acarreaba hace unas cuantas fechas y se sacó la mufa colocando en el ángulo una pelota que había quedado boyando cerca del área. Empate y desahogo para el delantero, que, al minuto siguiente, recuperaría una pelota en ataque y se la cedería a Seba García, con quién se encontró varias veces a lo largo del partido, para que defina el 3-2 parcial justo antes de que suene el silbato del medio tiempo.
El complemento fue, como mencioné antes, otro partido. Desde el inicio tuvo llegadas claras y abundantes e idas y vueltas en el marcador que duraron hasta el final. Primero, la incorrecta sanción de una mano afuera del área (en la cual todos temimos por la expulsión del uno), terminó en empate tras su ejecución en forma de centro atrás al área y la definición colocada de un delantero. Sería Santi Nuñez esta vez el encargado de poner el trámite 4-3 con complicidad del arquero que no pudo evitar mandar la pelota adentro, luego de que esta impacte el poste y vuelva hacia su espalda. Nuevamente, tras una desatención de Adúriz en un lateral, llegaría la paridad de Desordenados que seguía con esta tendencia de ida y vuelta que hacáa al partido tan emocionante. Afortunadamente, el equipo no tardó en reaccionar y fue el turno de Jony Saint Martin de marcar para poner las cosas 5-4, tras un pase al medio y una definición a contra pierna del arquero. Como no podía ser de otro forma, los rivales llegaron otra vez a la igualdad con un tiro potente que el uno verdinegro llegó a desviar, mas no a evitar que ingrese. Y después de eso, llegaría el gran error del partido: el número 3, el autor del último gol de Pesto en lo que iba del partido, cedió ante la provocación de un rival que lo pisó y le pateó la tibia, y vio la roja (al igual que el infractor) tras empujarlo en actitud desafiante. Así, tal y como el partido anterior, el verdinegro se quedaba con un jugador menos, con la excepción de que los contrincantes también.
Dado que minutos antes Santi Nuñez se había retirado de la cancha por un golpe en la rodilla, el resto del partido quedó en manos de Juan Pardo, Seba García y Andrés Adúriz, que se encargarían de evitar la repartija de puntos. Poco después del incidente, el trío se encargaría de quebrar el empate transitorio luego de que el 9 robe una pelota y se la ceda al 7, quien en lugar de definir el mano a mano, optó por cederle la pelota al número 8 para que defina con el arco casi vacío. Luego, los roles se invertirían y sería el turno de Adúriz de definir casi sin resistencia, tras un pase de García. Cuando el partido parecía liquidado, gracias a la resistencia que sostenían los tres protagonistas, principalmente Juan Pardo, llegó un nuevo gol de Desordenados tras un rebote bastante extraño que se clavó en la ratonera de Juanchi Manes. Sobre el final, y para ponerle cifras definitivas al encuentro, Adúriz remataría al palo, tras otra jugada colectiva, y el arquero, por segunda ocasión, sería el encargado de que la pelota entre en contacto con la red tras hacerla rebotar en su cuerpo.
Y así sin más, Pesto terminó la fase de grupos con una victoria, que si bien en la tabla no sirve de mucho, es un buen envion anímico. Sin embargo, como remarqué al principio, perdió lo único que tenía para perder, que en definitiva es quizás más importante que el lado positivo. Por sobre todo, queda esta sensación de que no queremos aprender la lección, ya que de los últimos 4 partidos, tuvimos expulsados en tres (y eso que en el entretiempo hablamos de cuidarnos...).
No obstante, lo hecho, hecho está y ahora no queda más que mirar para adelante. Nos esperan los octavos, o más bien nosotros los esperamos a ellos, y con ansias.
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